Se abrió la veda para la captura de Novagalicia, la mejor presa de esta reestructuración financiera: 40 % de cuota de mercado, 110.000 empresas como clientes, 9.800 millones de liquidez... La gran banca no quiere perderla -lógico- y ya ha desenfundado su artillería. Las presiones son tan fuertes que han llegado a los más altos niveles del Banco de España, de la Moncloa y de San Caetano. Un ejemplo de ello es la exigencia planteada por el Santander, la misma que la defendida por Luis María Linde, quien está reclamándole a los fondos 800 millones de euros más que a la banca española para hacerse con la entidad. Por su parte, la institución mejor posicionada para realizar esta operación, La Caixa, dicen (algunos directivos en petit comité) intenta evitar las tensiones políticas que genera esta compraventa, sin duda la más importante de las realizadas en Galicia en los últimos siete años. Importante tanto en cifras (de hacerla bien el FROB podría embolsarse de manera directa 1.200 millones y ahorrarse otros 2.000 en créditos fiscales) como en beneficio para Galicia. ¿Qué dirán Feijoo y Rajoy?