Jove y su imperio de 4.000 millones

Sofía Vázquez
Sofía Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Tras vender Fadesa, puso en marcha una corporación con 60 empresas y 350 empleos

25 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Además de haberse visto en dos ocasiones en el abismo de aquellos negocios que salen mal cuando no se tiene nada, Manuel Jove puso en marcha cientos de empresas, aunque fue Fadesa la que le dio reconocimiento, prestigio y dinero. Con la salida a bolsa de la que era en aquel momento una de las primeras inmobiliarias de España, el empresario ingresó unos 400 millones de euros. Vendió el 17 % de los títulos que colocó en el parqué, manteniendo la familia la mayoría del capital (un 54,2 %).

A partir de ahí hizo distintas inversiones, entre las que destacó la compra del 3,8 % de Unión Fenosa por casi 330 millones, un movimiento que se entendió como toma de posiciones en un proceso de galleguización de la compañía.

Martín pagó al contado

Sin embargo, la operación más importante que realizó el empresario fue el acuerdo con Fernando Martín, al que le vendió su participación en Fadesa por 2.209,3 millones (traducido a pesetas representa 367.000 millones), una cantidad que supuso valorar a la inmobiliaria en 4.045 millones de euros. Fernando Martín, al que la burbuja inmobiliaria le estalló prácticamente al tiempo que cerraba el trato, pagó lo acordado.

Esta astronómica cantidad de euros le dio a Jove el impulso suficiente para poner en marcha Inveravante, un grupo integrado por 60 sociedades y generador de 350 puestos de trabajo directos en España y en el resto de los países en los que opera: México, Brasil, Panamá, República Dominicana, Canadá, Marruecos y Rumanía.

Hoy el empresario dirige una corporación en la que, según datos de cierre del 2012, tiene un capital invertido de más de 4.000 millones de euros.

De las viñas al viento

Desde que echó a andar, en el 2008, Inveravante ha incrementado su presencia en el sector vitivinícola y en el inmobiliario, pero sobre todo en el energético, donde el empresario acaba de hacer 500 millones de caja con la venta de la petrolera colombiana Vetra. Pese a esta desinversión. mantiene una participación importante, concretamente, el 44 %, en PMG Metro (en la práctica, Vetra México).

Las principales plataformas de crecimiento de Avantegenera (una de las cinco patas de la corporación) se encuentran en Sudamérica, Norteamérica, Centroamérica, Europa del Este y en España. En Rumanía concretamente tiene en cartera cuatro centrales de biomasa y cuatro parques eólicos, el primero de los cuales tiene una potencia de 54 megavatios y se empezará a construir en el 2014.

A través de Avantespacia se vertebra el área inmobiliaria, en la que se constata la atracción especial que Manuel Jove siempre tuvo por Marruecos. Está llevando a cabo dos proyectos: uno en Casablanca, con una inversión de 240 millones; y otro en Tánger, al que ha destinado 190 millones para desarrollar en 236.000 metros cuadrados un complejo que incluye apartamentos, dos hoteles Hilton, un edificio de oficinas y un centro comercial y de ocio.

El 100 % del capital

La totalidad del capital de Inveravante es del empresario, que lleva en primera mano el negocio. Sus hijos Manuel Ángel y Felipa son los vicepresidentes de este conglomerado que desde su constitución ha crecido de manera exponencial en el sector agroalimentario y energético, mientras que se ha replegado en las participaciones directas empresariales. En el 2008 la compañía participaba en Cetsa, Crecentia Galicia, Take a Wok y Blusens.

Hoy solo mantiene la inversión en Medios Audiovisuales Gallegos (15 %) y en Caramelo, donde ha ido incrementando su presencia hasta tener el 92,5 % de las acciones; el otro 7,5 % está en manos de la Xunta. Entre las participaciones financieras destacadas figura el 2,75 % que posee del BBVA, el tercer banco español por volumen de negocio, del que llegó a tener el 5 %.

Si algo tiene relevancia para Jove es una institución que está fuera del conglomerado societario de la corporación. Se trata de la Fundación María José Jove, que puso en marcha en el 2003 en memoria de su hija fallecida. Es su otra descendiente, Felipa, quien lleva el timón de esta entidad, cuya actividad principal está centrada en el ámbito de la infancia y la discapacidad. Bajo este paraguas se han realizado desde investigaciones hasta foros reconocidos en el ámbito internacional.