El acuerdo sobre el nuevo FEMP ha convencido a la mayor parte de los eurodiputados españoles y gallegos así como al propio sector. Pese a las sombras que todavía se ciernen sobre algunos puntos del informe y a expensas de lo que salga de la negociación con el Consejo, el optimismo es amplio.
El eurodiputado socialista Antolín Sánchez Presedo, manifestó ayer su satisfacción por los beneficios que traerá para Galicia la aprobación del nuevo fondo pesquero europeo aunque espera ajustar todavía más el acuerdo cuando se discuta con el Consejo: «Existe un amplio margen de negociación institucional, así que esperamos que se recojan todas las prioridades del sector», aseguró. No se mostró tan conforme con la definición que se aprobó de pesca artesanal: «Consideramos oportuno ampliarla a las embarcaciones de 15 metros de eslora, incluyendo a las que faenan en mareas de 24 horas, una definición más acorde con las características de la flota gallega», declaró Sánchez Presedo.
La exeurodiputada del BNG Ana Miranda también calificó de «positivo» para Galicia un acuerdo donde se recogen varias de las enmiendas presentadas por su grupo. Valora que se haya tenido en cuenta la necesidad de apoyar la financiación de buques auxiliares en actividades acuícolas y en el sector mejillonero, entre otros.
Denuncias contra la comisaria
El acuerdo no estuvo exento de polémica. El día previo a la votación, varios eurodiputados denunciaron en un debate sobre el fondo las presiones a las que se vieron sometidos, presuntamente, por la comisaria de Pesca, la griega Maria Damanaki. El primero en hacerlo fue el conservador francés Alain Cadec. El responsable del informe sobre el nuevo FEMP acusó a la comisaria de haberle llamado por teléfono para presionarlo e influir en su voto y calificó estos hechos de «desvergüenza». Se unió a las críticas el italiano socialista Guido Milana: «Señora Damanaki, estoy muy enfadado con su comportamiento, me ha llamado por teléfono y sé que a otros compañeros también».
La comisaria defendió la reducción de ayudas a la flota y exigió que se invirtiese la mayor parte del fondo en desarrollar una pesca sostenible.