Gates gana 15,4 millones en dos días con sus acciones de FCC

mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Gates es el hombre más rico del mundo y uno de los más venerados por los mercados.
Gates es el hombre más rico del mundo y uno de los más venerados por los mercados. A. Bolante < / span>reuters< / span>

El magnate estadounidense no tiene intención de sentarse en el consejo

23 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Si Bill Gates invierte en FCC es que se trata de un buen negocio. Olfato no le falta. Eso es lo que debieron pensar ayer muchos inversores. Porque cuando la Bolsa abrió sus puertas, una montaña de órdenes para comprar acciones de la constructora aguardaban impacientes su turno sobre las mesas de operaciones. Tantas que la cotización tardó en echar a andar más de 20 minutos. Cuando lo hizo, exhibía una subida del 13 %.

El resultado final fue algo más modesto: un avance del 8,3 %, hasta los 16,97 euros. Teniendo en cuenta que Gates compró al precio al que cerraron los títulos el viernes (14,86 euros), en dos días ha conseguido sacarle un rendimiento a su inversión del 14,2 %. No es poco. Traducido a dinero contante y sonante: su paquete en la empresa vale ahora 15,41 millones más que cuando lo compró. FCC, que el lunes le atribuyó al magnate y filántropo la compra del 6 % de la firma, precisó ayer que lo que adquirió fue el 5,735 %, mientras que otro inversor vinculado al empresario se ha hecho con otro 0,27 %.

El desembarco de Gates supone un espaldarazo en toda regla. Y así lo han entendido los inversores. Ahora, FCC puede presumir de contar entre sus accionistas no solo con la mayor fortuna del planeta, sino, sobre todo, con uno de los hombres más venerados por los mercados. Todo un as en la manga para la renegociación de su deuda.

Un minúsculo grano

Y eso que la inversión de Gates en el grupo, 108,5 millones, es un minúsculo grano (el 0,2 %) en el mar de un fortuna que alcanza los 72.000 millones de dólares (unos 53.000 de euros), según Forbes. Y que, además, y pese a haberse convertido en el segundo accionista del grupo, por detrás de Esther Koplowitz, no tiene intención alguna de sentarse en el consejo, ni tampoco de elevar su participación.

Es curioso que Gates tenga ahora más peso en la constructora que en Microsoft, de la que ha ido vendiendo acciones, hasta quedarse con algo menos del 5 %. De hecho, algunos destacados accionistas del gigante informático quieren que abandone la presidencia. Manda demasiado, dicen.