Un cargo de la CEOE apuesta por recortar la prestación de paro y aumentar la edad de jubilación a los 70 años

Europa Press

ECONOMÍA

Propone una reforma fiscal que haga más competitivas a las empresas mediante una reducción de los tipos en el Impuesto de Sociedades

21 oct 2013 . Actualizado a las 20:24 h.

El Instituto de Estudios Económicos (IEE) ha abogado este lunes por recortar la prestación por desempleo inicial a cambio de alargar el periodo de cobro de la prestación a los parados de larga duración. Esta iniciativa se enmarca en la apuesta que hace el Instituto por seguir avanzando en reformas estructurales de mayor calado, que contribuyan al recorte del gasto, dado que los Presupuestos Generales de 2014 no han sido ambiciosos en este aspecto. De este modo, el IEE entiende que la reducción del gasto sigue siendo necesaria para apuntalar la consolidación fiscal y reducir el endeudamiento público dada la fragilidad de la recuperación. José Luis Feito, quien además ha urgido a materializar la reforma de las pensiones profundizando en la proporcionalidad del sistema. Concretamente, ha abogado por ahondar en la reforma de 2011, combinando este proceso con la aprobación del factor de sostenibilidad, elevar la edad de jubilación a 70 años y al mismo tiempo establecer 40 años cotizados para cobrar el 100% de la prestación y de 20 años para cobrar el 50%.

Asimismo, Feito cree que hay un «margen significativo» de reducción de gasto en el empleo público. Sin especificar, ha señalado que en los últimos años se han creado 300.000 empleos en el sector público y que durante la crisis se han destruido 150.000 de ellos.

Por el lado de los ingresos, el IEE no ve margen para seguir subiendo los impuestos y propone una reforma fiscal que haga más competitivas a las empresas mediante una reducción de los tipos en el Impuesto de Sociedades y una mayor compensación entre tributos directos e indirectos.

Elevar la edad de jubilación

El Instituto de Estudios Económicos, el 'think tank' de CEOE, también apuesta por aumentar la edad de jubilación hasta los 70 años y establecer un periodo mínimo de cotización de 40 años para poder cobrar el 100% de la pensión. Así lo ha señalado el presidente del organismo y también presidente de la Comisión de Economía de la patronal, José Luis Feito, en rueda de prensa para presentar un análisis de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2014, junto al director general del IEE, Joaquín Trigo, y la coordinadora de su Servicio de Estudios, Almudena Semur.

Trigo ha asegurado al poner en contexto la, a su juicio, necesaria reforma del sistema de pensiones, que el gasto en estas prestaciones avanza a un ritmo que lo convierte en un «problema presupuestario inminente». Como ya destacara la pasada semana el presidente de la CEOE, Juan Rosell, los Presupuestos para el próximo año consignan un incremento de este gasto del 4,9%, un avance que Feito ha tildado de «insostenible». «El envejecimiento se va a acentuar muy rápido y las nuevas pensiones son muy superiores a la pensión media», ha ahondado. Por ello, desde IEE se considera necesario «intensificar y acelerar» la reforma de las pensiones, combinando la formulación del factor de sostenibilidad y profundizando en la reforma paramétrica de 2011 para buscar una mayor proporcionalidad entre lo que se cotiza a lo largo de la vida laboral y la pensión que posteriormente se cobra, lo que se denomina contributividad.

Aquella reforma de las pensiones del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, «bien orientada», pero dosificada con «dosis homeopáticas», según Feito, elevaba la edad legal de jubilación de los 65 a los 67 años en un horizonte entre 2013 y 2027. Ahora, el IEE apuesta por elevar esta edad a los 70 años, dado que la esperanza de vida es cada vez mayor, y por elevar en paralelo otros cinco años el tiempo de cotización necesario para poder cobrar el 50% y el 100% de la pensión, hasta los 20 y los 40 años, respectivamente. Estos cambios, según Feito, «se deberían haber hecho hace mucho tiempo» y son incluso más importantes que la nueva fórmula de actualización de la cuantía de las pensiones, porque se dirigen a corregir problemas estructurales del sistema de pensiones.