Una muesca más en la lista de marcas históricas que se tambalean

La Voz

ECONOMÍA

18 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Con la presentación del preconcurso de acreedores y muchas nubes en el horizonte, Fagor se une a la lista de históricas empresas españolas que, tras décadas liderando sus respectivos sectores, han acabado por sucumbir a esta crisis.

Panrico

El futuro del donut, en el aire.

Apenas dos semanas antes que Fagor, Panrico enfiló también el camino de los juzgados para presentar preconcurso de acreedores, tras acumular pérdidas de más de 700 millones en los últimos cinco años. Tras más de cincuenta años con los Donuts y los Bollycao como emblemas de la empresa, Panrico negocia ahora dedicar parte de su producción a la marca blanca de la gran distribución para así salvar los más de cuatro mil empleos que sostiene.

Pescanova

Una contabilidad a juicio. Fundada en Vigo en 1960, la principal industria pesquera del país se vio obligada este año a presentar el concurso de acreedores asfixiada por una deuda de más de 3.600 millones, más del doble de la reconocida a finales del 2012, y un agujero patrimonial de 1.667 millones. Tras los cambios en la cúpula de la empresa, los antiguos gestores han empezado a rendir cuentas en la Audiencia Nacional.

Roca

Sin ladrillo no hay negocio. El crac del sector de la construcción afectó de lleno a industrias como Roca, que ha visto caer sus ventas en los últimos siete años a la mitad. Para ajustar su producción, ha planteado un ERE en su planta de Santa Margarida i els Monjos (Barcelona) para concentrar la producción en Castellón, aunque ayer rebajó el número de empleados afectados de los 125 previstos inicialmente a 93, de un total de 178.

Nueva Rumasa

Resurrección y muerte. Trece años después de que el Estado expropiara su holding empresarial para evitar una quiebra de consecuencias impredecibles, José María Ruiz Mateos recompuso su imperio bajo el nombre de Nueva Rumasa. En el 2011, y tras haber atrapado a miles de inversores, llegó el desplome del grupo, con la presentación del concurso en sus principales marcas, como Dhul y Clesa, que se salvaron tras la venta a terceros.