Rajoy pide a Italia que solucione sus problemas y presume de mayoría
01 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Il Cavaliere es mucho Cavaliere. Y su afán de morir matando ha colocado a Italia ante una grave crisis de gobierno, que amenaza con reabrir la herida de la crisis de deuda, cuando todavía está lejos de cicatrizar.
Para ir abriendo boca, y después de que Berlusconi retirara el sábado a sus cinco ministros del Ejecutivo, dejando en la cuerda floja al primer ministro, Enrico Letta, devolvió la tensión a los mercados. Castigando, como no podía ser de otra manera, a los bonos italianos, pero también a los españoles.
Al final, la sangre no llegó al río -la prima de riesgo de Italia acabó en 278 puntos; y la española, en 252, ambas mejor que el viernes-, pero el episodio debería recordarles a todos los que se empeñan en dar por superada la tormenta que la posibilidad de un rebrote existe. Y si este se produce -no solo preocupa Italia, las aguas andan también revueltas en Grecia y en Portugal- España tiene todas las papeletas para estar entre los damnificados. Los Presupuestos que ayer presentó el Ejecutivo prevén que la deuda pública supere el año que viene el billón de euros y roce el 100 % del PIB. Eso supone que el Tesoro tendrá que acudir a los mercados para obtener la friolera de 238.000 millones de euros: unos 20.000 millones al mes. Y, en esa tesitura, las turbulencias pueden hacerle mucho daño.
Al presidente Rajoy, la sacudida de los mercados lo sorprendió de visita en Kazajistán. Y allí trató de quitarle hierro a la situación, distanciando en todo momento a España de Italia. «Los datos de esta mañana [de la prima de riesgo] no son los que hubiéramos deseado, pero son razonables», dijo, para a renglón seguido subrayar: «Espero que Italia resuelva pronto los problemas políticos que tiene porque que Italia vaya bien es bueno para España».
Mayoría absoluta
Y aprovechó para recordar que «España aporta hoy a la UE una situación de estabilidad porque tiene un Gobierno con una mayoría que le permite gobernar».
Mientras, el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Competencia, Joaquín Almunia, expresaba su «preocupación y hartazgo» ante la actitud de algunos políticos como el ex primer ministro Silvio Berlusconi «que se creen más importantes que su propio país». En declaraciones a Radio Nacional, recogidas por Europa Press, Almunia expresó su apoyo al actual primer ministro italiano, Enrico Letta, que se someterá mañana a la confianza del Parlamento. «Italia se merece estabilidad política», zanjó.
Contrastes
El mensaje de Almunia contrasta con otro lanzado también ayer por la Comisión Europea, que por boca de su portavoz, Pia Ahrenkilde, rehusó pronunciarse sobre la nueva crisis política en Italia por «respeto» al proceso democrático interno. Aunque, eso sí, admitió que el Ejecutivo comunitario está siguiendo muy de cerca los acontecimientos en el país.