La venta de Novagalicia Banco a otra entidad española contraería más el flujo de préstamos e hipotecas
22 sep 2013 . Actualizado a las 13:21 h.El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y el Ministerio de Economía mantienen que la reforma del sector bancario permitirá que el crédito vuelva a fluir a empresas y particulares. Pero lo cierto es que, un año después de que se aprobara el rescate (julio del 2012), los datos demuestran todo lo contrario, también en Galicia, en donde, a junio del 2013, y según datos del Banco de España, el volumen acumulado de créditos concedidos suma 53.123 millones de euros, lo que supone una bajada de 1.898 millones en seis meses (55.021 millones, a diciembre del 2012).
Pese a este mal dato, la comunidad gallega es una de las que ha moderado más la contracción crediticia en estos seis últimos meses (ver gráfico).
Hasta junio de este año, solo Novagalicia Banco ha concedido 2.651 millones en nuevo crédito a empresas, «más del doble que cualquiera de los otros 30 bancos que operan en Galicia», dice la entidad nacionalizada por el FROB, rescatada con fondos europeos y, actualmente, en proceso de venta (programada para octubre).
Entre los aspirantes a pujar por Novagalicia hay inversores extranjeros (el Fondo Guggenheim) y bancos nacionales (inicialmente, La Caixa, BBVA y Santander). ¿Que pasaría si el banco que preside José María Castellano se integrase en otro grupo financiero español?, ¿Qué impacto tendría sobre la concesión de hipotecas y préstamos? Todo apunta a que la financiación se endurecería todavía más.
El principal motivo, que el solapamiento de clientes y la reducción de operadores conllevaría una reducción del crédito para no sobrepasar los límites de riesgo máximo por clientes compartidos.
El elemento local también tiene importancia, y pesa en contra, en caso de adjudicación a otro banco. La sustitución de los equipos de riesgos de NCG por los de la entidad absorbente, con un menor conocimiento de la comunidad y más alejada del territorio, provocaría una política de riesgos mucho más conservadora.
No hay mejor muestra que la realidad. La reestructuración financiera que ha vivido España en los últimos años, y la consiguiente concentración bancaria, ha traído aparejada una recentralización de las entidades que, en su gran mayoría, tienen ahora sus sedes y centros de decisión en Madrid y Barcelona.
Este proceso, aún inacabado, ya ha provocado un efecto claro sobre las necesidades de financiación: según los últimos datos del Banco de España, el 46 % del crédito a empresas y familias se concede desde Madrid y Barcelona.
El análisis de lo ocurrido entre los años 2010 y 2012 permite concluir que en este corto período de tiempo la recentralización del crédito ha crecido un 7 %. Esto quiere decir que casi la mitad de los préstamos que se otorgan hoy en España se conceden a empresas de Madrid o de Cataluña, mientras que la mitad restante se distribuye entre las otras 15 autonomías.
Con estos argumentos sobre la mesa, la conclusión es que NCG vería frenada su actividad durante el proceso de integración, que estaría más centrado en la absorción de los equipos que en el desarrollo del negocio.
Según datos publicados por el banco resultante de la fusión de las cajas, desde la unificación de Caixa Galicia y Caixanova, la entidad ha concedido 18.326 millones de euros en nuevo crédito.
Desde que existe el banco, durante los ejercicios 2012 y lo que va del 2013, una de cada dos hipotecas nuevas firmadas por las familias gallegas son créditos concedidos por NCG, según la fuente oficial. «La entidad ha reforzado en el último año su posición como primer financiador de las familias para la compra de vivienda en Galicia, al aumentar un 6 % su cuota de mercado con respecto a junio del 2012», dice el banco. En total, al cierre de junio, NCG había concedido 2.651 millones en nuevos créditos a pequeñas y medianas empresas y 113 millones en hipotecas.
En el conjunto de las comunidades, los datos del Banco de España demuestran que, a pesar de que la mayoría de las entidades gozan de abundante liquidez, los créditos han caído en más de un 13 %, con una mayor incidencia en el préstamo a empresas, casi un 20 % menos en la comparativa interanual.