Economía de mercado y bancos públicos en tránsito

ECONOMÍA

10 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Como sostenía un líder empresarial español, ahora encarcelado, con la llegada de la crisis se hacía necesario suspender momentáneamente la economía de mercado. Un buen ejemplo de ello lo tenemos en el FROB. Se supone que se trata de una entidad pública que, con el dinero de todos los contribuyentes, acude a sanear las entidades financieras zombis. Entidades que nos habían legado una tropa de directivos que representaron lo mejor del capital gerencial que nunca se había visto por estos pagos. Y así lo disfrutan.

El FROB y el Estado han actuado recorriendo justo al revés el camino que nunca debían haber transitado aquellos directivos. Por un lado limitando el ámbito territorial de las entidades zombis al de su área de origen (para nuestro caso Galicia, Asturias y León), lo que supone desgajar 80 oficinas de las antiguas cajas, ahora con la marca Evo, de NCG Banco. Oficinas en buena medida ligadas a una expansión territorial vinculada al gigantesco pelotazo inmobiliario que se alimentaba en el conjunto de España y que aún ocupa a más de cuarenta oficinas del banco en lo que se llama gestión de activos en saneamiento (UGAS). Lo que, si lo complementamos con los activos inmobiliarios tóxicos endosados a la Sareb, o banco malo, nos lleva a desandar el segundo camino; el del pelotazo urbanístico en el que aquellos directivos metieron a las dos cajas gallegas.

La venta a la entidad norteamericana Apollo de las ochenta oficinas de Evo por sesenta millones supone el final de un camino que nunca se debió haber recorrido (salvo si eres sistémico y paraolímpico como Bankia) fuera de Galicia, y se añade a una venta previa de casi setenta oficinas al Banco Etcheverría por más de setenta y cinco millones. Una ganga tal como está hoy la cotización de lo que decían los libros que valía casi todo en España. Una letanía más de lo que se ha dado en llamar devaluación interna. Una ganga que acaba teniendo domicilio fiscal en Madrid. Pero ahora queda la madre del cordero. Que entre el FROB y la Sareb nos ha costado a todos cerca de diez mil millones de euros de impuestos a pagar a largo plazo: NCG Banco ya saneada. Eso más los beneficios fiscales (impuestos dejados de pagar) que se ahorrará el comprador. Y aunque, de momento, ha sido capital americano (venezolano o norteamericano) el que ha aparecido en escena para hacerse con los restos del naufragio, tengo yo no poca curiosidad por comprobar si en la hoja de ruta del capitalismo financiero de amiguetes español se deja que en el mercado financiero gallego exista un competidor puro y duro. Porque como a una banca pública no se la espera (a pesar de que son públicos todos los millones en juego) cuando finalice aquella sabia suspensión momentánea, de la que hablaba aquel visionario líder empresarial hoy en la cárcel, me temo que comprobaremos cómo los capitanes del mercado español blindan su negocio a precio de saldo.