La guerra paralela por hacerse con el control del órgano de representación de Pescanova, que el jueves renovará la junta de accionistas, parece inclinarse definitivamente hacia uno de los bandos en liza. Fuentes de la banca daban ayer por vencedora la lista de Carceller sobre la que hoy presentarán oficialmente los minoritarios de Pescanem, con el apoyo del fondo americano Cartesian y que, según publicaba ayer El Confidencial, propondrá a la exministra socialista Elena Espinosa como presidenta de la pesquera, en virtud de un acuerdo que habrían alcanzado con Fernández de Sousa. La banca acreedora mantuvo ayer contactos telefónicos y consensuó su postura ante el relevo en el consejo. «Nos da igual qué candidatura gane», subrayaron poco antes de que trascendiera el pacto de Pescanem y el expresidente, pues las entidades financieras se oponen frontalmente a la presencia de este último.
Propiedad de los bancos
Lo que tienen claro es que sea quien sea el que consiga el consejo de administración, «debe ser colaborador, razonable, que dé toda la información disponible» porque, insisten las fuentes consultadas, «Pescanova es, o va a ser, de los bancos, ya que habrá recapitalización de la deuda».
Después de conocerse el recurso de apelación de Fernández de Sousa contra su fianza, la corporación Damm -la más directamente atacada por el expresidente- le devolvió la pelota de sus acusaciones. Explicaron, por ejemplo, que aprobaron las cuentas del 2011 porque acababan de entrar en el consejo de la empresa (septiembre de ese año) y «no había motivo para desconfiar». «Pero las que no firmamos fueron las siguientes porque sospechábamos que algo había y no queríamos ser cómplices. Y hay algo más importante: hubo una ampliación de capital que nosotros suscribimos pero que Fernández de Sousa no. ¿Lo habríamos hecho si sospechásemos que las cuentas estaban falseadas?», se preguntan. También indican que ellos pidieron una auditoría forense -de cuya idea luego se apropió el presidente- y que a lo que se opusieron fue a que se retirara al auditor, BDO, y subrayan que, como se constató en el informe forense y ante el juez, «nosotros estábamos en el consejo de administración pero no en el equipo gestor, que es el imputado» en la causa.