Este verano está siendo más fácil encontrar en el mercado percebe que xouba o sardina
08 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.No es casualidad que la sardina se pague en kilo más cara que el bonito del norte o que la merluza. Responde a la más pura y dura oferta de la ley de la demanda: cuanto más escasa, más preciada. Y lo cierto es que este verano está siendo más fácil encontrar en el mercado percebe -y a precios de lo más asequible- que xouba o sardina.
El sector admite que el recurso está en un momento delicado. Ahora bien, no peor que otros que cíclicamente han puesto en apuros al cerco. Es la misma escasez del 87, la que se detectó poco antes del naufragio del Mar Egeo o la que obligó a hacer un plan de recuperación allá por el 2002. Pero no es nada que asuste al sector y, mucho menos, que requiera de las medidas que le gustan a la Comisión Europea (CE), muy dada a imponer totales admisibles de captura (TAC) a la primera de cambio. Un TAC que, al paso que se mueve el mastodonte de Bruselas, se mantendría nimio aún cuando la especie estuviese más que recuperada.
Pero el rechazo al TAC no quiere decir que no se deban tomar medidas. Al contrario, Galicia y Portugal quieren que se tomen cartas en el asunto y plantean a Bruselas un plan de gestión, que unificaría las normas y los cupos de captura desde el golfo de Cádiz al Bidasoa.
Hasta hace poco, Galicia era la única zona de aguas ibéricas que tenía limitada su captura: 7.000 kilos por barco y día y faenaba 4 jornadas a la semana. En Portugal, en el área de Peniche, impusieron hace poco un límite de 30.000 kilos para cada uno de los 7 días de la semana que trabajan y que ahora pretenden rebajar a 15.000.
Rechazo al plan luso
Ahora bien, Galicia no comparte la propuesta de Portugal. Y es que no puede estar de acuerdo con un plan que otorga a la flota lusa el 70 % de lo que se pesca en aguas ibéricas.
Ese asunto, al igual que la separación de los stocks norte y sur de jurel y caballa, centrarán las reuniones de trabajo que traerán a Santiago a sector, científicos y Administraciones de todas las comunidades del Cantábrico. También se evaluará el alcance de los programas comunitarios Gap2 y Gepeto, en el marco de los que se está realizando un estudio de los caladeros y recursos más importantes de Galicia.