EE.UU. busca a un exdirectivo español de JP Morgan por un presunto fraude de 4.500 millones

Colpisa

ECONOMÍA

Se le acusa de ordenar a un broker que manipulara las cifras de compraventa de derivados para ocultar pérdidas abultadas no justificadas

10 ago 2013 . Actualizado a las 23:39 h.

La Fiscalía Federal de Estados Unidos trata de localizar a dos exdirectivos de JP Morgan supuestamente residentes en Londres, uno de ellos el español Javier Martín-Artajo, para interrogarles en relación a un presunto fraude que, según medios norteamericanos, ascendería a más de 6.000 millones de dólares (por encima de los 4.500 millones de euros). Su papel habría sido ocultar esas pérdidas no justificadas en la entidad gracias a la compraventa de derivados ligados a compañías que cotizan en el mercado de futuros de Nueva York.

La complejidad de esos derivados hace imposible saber su valor exacto, por lo que cada banco autoriza a una serie de analistas a hacer una estimación subjetiva. En este caso, Martín-Artajo, con un puesto relevante dentro de la City londinense -supervisaba las estrategia de los operadores financieros de JP Morgan en la capital británica-, habría ordenado al broker francés Julien Grout que engordara las cifras para ocultar el referido agujero en las cuentas de la entidad financiera.

Esas pérdidas fueron conocidas a principios del 2012 por el banco, que las denunció ante la Fiscalía y también provocó la apertura de una comisión de investigación en el Senado. Las autoridades estadounidenses han estado indagando sobre el caso durante un año y, conforme a las fuentes consultadas por los medios locales, logró que otro broker de la entidad, Bruno Iksil, terminara acusando a sus compañeros. El siguiente paso sería interrogar a los dos sospechosos, aunque hay informaciones contradictorias sobre si se ha ordenado su busca y captura a través de Interpol - EE.UU. y Reino Unido tienen suscrito un tratado que permite la extradición automática- o solamente se ha solicitado la colaboración de las autoridades británicas para tomarles declaración.

Además, tampoco está claro sí todavía estarían viviendo en Londres. En caso de ser procesados finalmente, se enfrentarían a penas de cárcel. El Gobierno de Barack Obama ha decidido ser severo con las prácticas financieras de riesgo en Wall Street, lo que allí se interpreta como toda «una lección» a los banqueros.