Critica que el apoyo al rescate de las cajas le costase 4.000 millones
31 jul 2013 . Actualizado a las 17:41 h.El viernes lo hicieron el Banco Popular y CaixaBank, ayer fue el Santander y hoy podría hacerlo el BBVA. Todos han confirmado que «estudiarán» las subastas de Novagalicia y Catalunya Banc de cara a hacer un negocio redondo. En la que fue su puesta de largo como consejero delegado del Santander, Javier Marín aprovechó la presentación de resultados de la entidad en el primer semestre para tirar del argumentario ya conocido: «Vamos a ver las dos. Desde luego, cada una tiene sus ventajas e inconvenientes y en función de lo que nos encontremos, de que cumplan nuestros objetivos financieros, tomaremos una decisión».
El grupo que preside Botín considera «prácticamente concluida» la reestructuración del sistema financiero en España, y el directivo no dejó espacio para la duda respecto a su frontal oposición a tener que pagar «las malas prácticas de venta» de otras entidades, en referencia a la fórmula para dar liquidez a las preferentes de las entidades nacionalizadas que no cotizan, a través de aportaciones al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). Marín recordó que «las derramas extraordinarias y los apoyos al sistema» le han costado ya 4.000 millones de euros a la entidad.
En cualquier caso, volviendo al interés por las compras en España, el potencial apetito del Santander por las entidades en manos del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), no distrae al banco de su prioridad en el país, que no es otra que completar la integración de Banesto y Banif. El ejecutivo aseguró que el proceso va «muy bien» y que se siente «muy satisfecho». La integración informática estará concluida a final de año y en la primera mitad del 2014 la de empresas.
El crédito, moribundo
Marín también adelantó que el grupo mantendrá su política de dividendos este año, pero no avanzó nada sobre el 2014, por considerarlo prematura. Igualmente se refirió al espinoso tema del crédito -en el primer semestre cayó un 4% interanual-, señalando que el grifo no se abrirá hasta que la economía no vuelva a crecer.
En este escenario de crisis, el grupo Santander concentra sus ganancias fuera de España. Como ejemplo valga que el 51% de su beneficio procede de Latinoamérica, pese al frenazo del negocio en Brasil, donde ganó casi el 20% menos que hace un año, aspecto esto al que el consejero delegado quitó importancia. «Si algo podrá preocuparme de Brasil sería no estar en ese mercado», sentenció.
Hasta junio los beneficios del grupo subieron un 29% respecto al año anterior, situándose en 2.255 millones, cifra que se aproxima a todo lo ganado por la entidad durante el 2012.