El FROB gastó en asesores externos 14 millones de euros en dos años

Ana Balseiro / Sofía Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

CaixaBank reclama ahora 180 millones más por haberse quedado con el Banco de Valencia

30 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

En pérdidas y con déficit de capital, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) no dudó en gastar 8,8 millones de euros en el 2012 en asesores externos para valorar y realizar otros estudios sobre las entidades nacionalizadas o con ayudas públicas.

Al abultado gasto realizado el pasado año por este concepto, identificado en las cuentas dentro de «otros gastos de explotación» como «servicios profesionales externos», hay que sumar otros 5,1 millones del 2011, lo que supone unos nada desdeñables como poco lógicos 14 millones de euros. Porque no hay que olvidar que el FROB es un organismo que depende del Ministerio de Economía y del Banco de España, por lo que cabría suponer que tiene a su alcance personal altamente cualificado para hacer dichos trabajos.

Como ejemplo está la adjudicación este mismo mes a BNP del contrato de análisis y eventual venta de NCG Banco, por el que se embolsará 700.000 euros y otros 300.000 si finalmente se llega a cerrar la operación.

Pero la memoria de las cuentas del 2012, auditadas por Deloitte, está trufada de datos que confirman el temor de la ciudadanía: que el rescate de la banca caerá sobre la espalda -y los bolsillos- de los contribuyentes y que la gestión del FROB puede empeorar el escenario.

Y es que en la página 47 del documento, bajo el epígrafe de «provisiones a corto plazo», el organismo desvela que CaixaBank le ha reclamado 180 millones de euros como garantía adicional al esquema de protección de activos (EPA) con el que hizo atractiva para la entidad catalana la compra del Banco de Valencia pagando un euro.

Este EPA supone que el FROB asumirá durante una década el 72,5 % de las pérdidas que registren la cartera de pymes y de riesgos contingentes del Banco de Valencia, para las que el organismo ya dotó el año pasado 598 millones, que se suman a los 5.500 que le inyectó antes de traspasarla.

Respecto a la exigencia de otros 180 millones, que CaixaBank le requirió el pasado 23 de enero, el FROB ya dotó con cargo a las cuentas de 2012 una provisión de 90 millones, es decir, el 50% de lo reclamado, aunque dice que sus servicios jurídicos están aún analizándolo.

En cualquier caso, la venta del Banco de Valencia ya cuesta más al erario público que su liquidación, que Oliver Wyman estimaba entre los 5.600 y los 7.400 millones.

Sobre la mesa del FROB está ahora la subasta de NCG entre septiembre y octubre. La cúpula de la entidad intenta que prospere su proyecto de que entren en el capita fondos de inversión extranjeros, lo que permitiría, entre otras cosas, mantener los centros de decisión en Galicia y preservar el empleo de los servicios centrales.

Sin embargo, tanto Fernando Restoy como Antonio Carrascosa parece que tienen más interés en que sea una de las entidades nacionales la que se quede con Novagalicia, y eso pese a que los fondos de inversión aporten no un euro, sino «varios cientos de millones», como dijo el consejero delegado, César González Bueno, en la comisión de control de las cajas.