El Eurogrupo aprobó ayer el acuerdo al que llegaron las autoridades griegas con la troika para poder desbloquear el próximo tramo de ayuda del segundo rescate heleno.
Grecia recibirá un total de 6.800 millones en los próximos tres meses, eso sí, no se desembolsará el dinero de una sola tacada. Bruselas distribuirá las ayudas en tres pagos. Uno de 4.000 millones de euros antes de que termine julio, otro de 1.800 en agosto a cargo del FMI y la última partida será de 1.000 millones en octubre.
Privatizaciones
La contrapartida es clara. Grecia deberá acometer las privatizaciones previstas y nuevas medidas de liberalización de los servicios profesionales para «aumentar la competitividad y reducir la factura del consumidor», según el comisario de economía, Olli Rehn.
El sector público vuelve a estar en el punto de mira de las autoridades comunitarias de Bruselas, que vigilarán de cerca las reformas de los servicios, a los que quiere dotar de más eficiencia. Para ello, obligará a Atenas a fomentar la movilidad de su funcionariado.
En cuanto al programa de reformas de Portugal, el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha felicitado los progresos alcanzados pero ha advertido de la importancia de dotar al país de una mayor estabilidad política para evitar retrasos en el calendario.