Portugal llega a un acuerdo de Gobierno

EFE

ECONOMÍA

Los partidos que forman parte del Ejecutivo luso llegaron a un acuerdo para cerrar la crisis

06 jul 2013 . Actualizado a las 00:57 h.

El primer ministro, Passos Coelho, se reunió con el presidente de la República, el también conservador Cavaco Silva, para presentarle el entendimiento con los democristianos, que estaba en negociaciones tras la dimisión de su líder, Paulo Portas, como ministro de Exteriores.

No se han revelado los detalles del acuerdo presentado por Passos Coelho, que ayer tras otra reunión con Cavaco se mostró seguro de encontrar una «fórmula» de Gobierno con los democristianos que garantice la estabilidad política del país y el cumplimiento del programa de su rescate financiero.

El Partido Social Demócrata de Passos Coelho, y el Centro Democrático Social Partido Popular de Portas, tienen previsto celebrar reuniones de sus dirigentes sobre el contenido del acuerdo.

El riesgo de que el Ejecutivo luso pudiera perder la mayoría absoluta parlamentaria que le dan los dos partidos desencadenó una de las peores caídas de la Bolsa de Lisboa, del 5,5 % y disparó los intereses de la deuda lusa por encima del 8 %, aunque a lo largo de la semana los mercados se han apaciguado.

Cavaco y el gobernador del Banco de Portugal, Carlos Costa, lanzaron hoy sendas advertencias sobre las consecuencias de la incertidumbre política en el país y abogaron por el consenso y la estabilidad para no poner en peligro su recuperación económica.

El jefe de Estado advirtió que exponer el sistema financiero luso a una «gran presión» podría abocar a Portugal a pedir un segundo rescate.

Como consecuencia de la crisis de Gobierno, la agencia de calificación financiera Standard and Poor's rebajó, de estable a negativa, la perspectiva de la deuda soberana lusa, cuya nota mantiene en «BBB», un nivel considerado como «bono basura».

En la víspera la agencia de calificación Fitch alertó igualmente de los riesgos de esta crisis y mantuvo en pronóstico negativo la nota «BB+» (también de bono basura) que otorga a Portugal, con la advertencia de que el «prolongamiento» del desacuerdo político podía perjudicar el programa de ajustes del rescate financiero luso.

El detonante de la crisis fue la dimisión de Portas, «irrevocable» pero no aceptada por Passos Coelho, tras el nombramiento de la secretaria de Estado del Tesoro, Maria Luís Albuquerque, para sustituir al ministro de Finanzas, Vítor Gaspar, que renunció un día antes que el titular de Exteriores.

Portas, descontento con algunas de las medidas de austeridad preparadas por Gaspar, esperaba una nueva estrategia económica en el Ejecutivo y se quejo de que Albuquerque no era la persona adecuada y su nombramiento no había sido consensuado.

La mayoría conservadora que gobierna Portugal debe aprobar en los próximos meses otro bloque de medidas de austeridad por 4.700 millones de euros, con el rechazo total de la oposición y los sindicatos, para cumplir las exigencias del rescate que concedieron hace dos años la UE y el FMI.