Feijoo sugiere que el bipartito ya sabía que las dos cajas estaban mal

Mario Beramendi Álvarez
Mario Beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Culpa a los exdirectivos de las entidades y al Banco de España de la desaparición

06 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Concebida para arrojar luz sobre uno de los hechos más trascendentales de la reciente historia económica gallega, la comisión parlamentaria que investiga la desaparición de las cajas concluyó ayer con un considerable saldo de dudas. Sobre un hecho de enorme relevancia, es decir, cuándo tuvo conocimiento la Administración gallega del deterioro de los balances de las cajas, se han expuesto dos versiones contradictorias. Mientras el exconselleiro de Economía del bipartito, José Ramón Fernández Antonio, relató hace dos semanas ante los diputados que nunca tuvo información ni apercibimiento del Banco de España sobre ese deterioro, el actual máximo mandatario gallego sugirió ayer justo lo contrario.

En una de las comparecencias más esperadas, Feijoo relató cómo llegó a la Xunta en abril del 2009 sin que durante el traspaso de poderes se le entregara ningún papel sobre las entidades, cuando muy poco después, en junio, arrancaba la reestructuración del sistema financiero español y el Gobierno sacaba adelante el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Fue entonces, al poco de llegar a la Xunta, cuando el Banco de España, según la versión que Feijoo ofreció a la Cámara, alertó al Gobierno gallego sobre la imposibilidad de que ambas cajas continuaran por su cuenta. Pero el presidente fue más allá. Y expuso cómo el supervisor le había dicho que tal situación ya había sido notificada al Gobierno anterior. «Non sei se é certo ou non, pero paga a pena investigalo», dijo el presidente.

Touriño lo niega

El contenido de la comparecencia de Feijoo tuvo como desencadenante un hecho insólito: que un expresidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, se descolgase con una nota negando ninguna advertencia del Banco de España y relatando cómo en el traspaso de poderes a la exconselleira Marta Fernández Currás se le entregó un dosier sobre el estado de las dos entidades.

Además de soltar esa alusión sobre el bipartito, Feijoo culpó a los exdirectivos de las cajas, a la labor supervisora del Banco de España y a los cambios normativos en medio del partido -el decreto del 2011 que obligó a bancarizar las entidades y a incrementar fortísimamente el capital- de la desaparición de las cajas y del fracaso de su posterior fusión.

Un Banco de España más entregado a la política que a la supervisión, que ejerció presiones contra la fusión; unos financieros «personalistas» más preocupados por las sedes que por la fusión; y, sobre todo, una gestión sustentada sobre el crédito inmobiliario y la expansión de oficinas -Feijoo reveló que el crédito al ladrillo de las cajas pasó de 3.500 millones a 17.000 entre el 2004 y el 2009- fueron los argumentos expuestos por el presidente para explicar el desenlace de lo ocurrido.

Su tesis no convenció a los grupos de la oposición. Ni a Jorquera, del BNG, que acusó a Feijoo de reaccionar tarde y mal y de permitir que los mismos que abocaron al desastre a las cajas siguieran en sus puestos. Ni a Alternativa Galega de Esquerda, cuya viceportavoz, Yolanda Díaz, lo acusó de ser un «títere» de un PP que gobierna a favor de la banca y contra el pueblo.

Pero fue Pachi Vázquez, líder de los socialistas gallegas y que ayer apareció por vez primera en la comisión, quien arremetió con mayor dureza contra el presidente gallego: «Pase o que pase nesta comisión vostede pasará á historia deste país como o enterrador das caixas galegas». El presidente del grupo socialista, durante su intervención, hizo incluso un anuncio. El PSdeG llevará a los tribunales la gestión que derivó en la desaparición de las antiguas cajas gallegas si no lo hace el Parlamento. «Alguén terá que pagar por mentir, por malgastar, por estafar e por enriquecerse ilícitamente», le dijo Vázquez a un dirigente, Alberto Núñez Feijoo, que centró su intervención en deslizar las causas de la desaparición de las cajas y del fracaso de su fusión fuera de su parcela de responsabilidades políticas.