La CNMV ya constató problemas con preferentes gallegas en el 2010

Mario Beramendi Álvarez
Mario Beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Xoán A. Soler

Julio Segura, presidente del 2007 al 2012, admite mala comercialización

05 jul 2013 . Actualizado a las 11:20 h.

El que fuera presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) entre los años 2007 y 2012, Julio Segura, admitió ayer en la comisión parlamentaria que investiga la desaparición de las cajas que bajo su mandato se constataron a finales del 2010 graves irregularidades en la venta de preferentes por parte de Caixa Galicia y Caixanova, operaciones, en su mayoría, relativas al ejercicio del 2009. Segura se refirió a la ausencia de test de conveniencia, malas prácticas comerciales para identificar el perfil minorista del inversor y ausencia de información relevante en el proceso de venta. Interpelado por los grupos parlamentarios sobre qué medidas adoptó entonces, el exresponsable de la CNMV sostuvo que este es un producto legal, vendido en España desde 1998 y que nadie tuvo problemas con las preferentes hasta que estalló la crisis, lo que generó una devaluación de las preferentes. Segura insistió que entre las competencias del organismo no estaba impedir la circulación de estos títulos, que cumplían con todos los requisitos de legalidad.

La entidad gallega es una de las nueve que han sido expedientadas recientemente por el regulador por la venta de esos productos.

A este asunto se refirió ayer también quien compareció antes que Julio Segura. Carlos Varela, fiscal superior de Galicia, recordó en el Parlamento gallego que la CNMV y el Banco de España «non puxeron inicialmente ningún reparo á comercialización masiva deste produto financeiro» y que cuando se percataron de que había sido deficientemente comercializado «non levaron a cabo accións contundentes». Durante su intervención, Varela anunció que intentará demostrar en el juicio verbal que tendrá lugar el 19 de septiembre en A Coruña «a existencia dunha práctica abusiva por parte das entidades financeiras».

Como exponente de las malas prácticas comerciales y de la mala fe, el fiscal recordó el argumentario que Caixa Galicia le entregó a sus empleados en el 2009 para justificar la emisión del producto y en el que se garantizaba la liquidez inmediata a los ahorradores, algo que no ha sucedido y está en el origen de un problema que ha atrapado a más de 60.000 ahorradores gallegos, tal y como recordaron ayer los grupos parlamentarios. «O abuso das preferentes non cesou porque os afectados aínda non dispoñen dos seus depósitos», precisó Varela.