«A fusión era o único camiño para ser receptores do aforro galego e poñelo ao servicio de Galicia», dijo Victor Moro, un galleguista de reconocido prestigio en el mundo económico por haber ocupado, entre otros cargos, la dirección del Banco de España en Barcelona. «Non sabemos o que vai a pasar con NCG, pero aínda hai esperanza», subrayó.
Víctor Moro echó en cara que haya intereses para enfrentar a los distintos territorios de Galicia. Norte contra Sur, Vigo contra A Coruña, porque son debates estériles, ya que unos sin los otros, dijo, no serían nada.
En este sentido, advirtió que la situación de las dos cajas era similar y ambas se movían «no fío da navalla. Caixanova non tiña sentido soa, e tampouco Caixagalicia». Criticó a los «donos e señores das institucións», en referencia a José Luis Méndez y Julio Fernández Gayoso porque apoyaron a quienes quisieron y adoptaban decisiones personalistas que llevaron a las entidades a una situación límite.
Desde su posición de experto, reiteró que con el SIP (fusión fría entre entidades de distintas comunidades) que proponía Caixanova «xa nada quedaría das nosas caixas» e solo serviría «para acomodo personal» de sus dirigentes. Criticó la comercialización de preferentes porque no tuvo rigor y generó una pérdida de prestigio.
Dijo en su intervención que las indemnizaciones millonarias que habían recibido los directivos «foron excesivas na maioría dos casos».
Ante esta respuesta, hubo una repregunta. ¿A qué se refiere con «a maioría dos casos»? «No todos fueron iguales. Hubo uno -concluyó- que renunció a un 40 % de la prejubilación y al 70 % de la jubilación. Se trata de Javier García de Paredes». Miró a los asistentes quienes sabían que se trataba de su propio sobrino. No hubo más preguntas.