La devolución de 3.000 millones del «tax lease» apuntillará al naval

Luis Carlos Llera Llorente
Luis Carlos Llera VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

El astillero Vulcano es uno de los que ansían una resolución favorable tras salir del concurso de acreedores.
El astillero Vulcano es uno de los que ansían una resolución favorable tras salir del concurso de acreedores. m. moralejo< / span>

Los inversores en barcos para obtener ventajas fiscales se negarían a nuevas operaciones

25 jun 2013 . Actualizado a las 18:12 h.

La posible exigencia de devolución de 3.000 millones en ayudas recibidas por el sector naval desde el año 2005 en adelante supondrá su muerte. La construcción de barcos se ha visto diezmada en los últimos años por la crisis y por la falta de garantías en el marco legal que regula el sector. Los constructores navales y empresas auxiliares temen lo peor en la reunión de comisarios europeos de mañana, aunque algunas empresas muestran atisbos de esperanza.

Pero el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Competencia, el socialista español Joaquín Almunia, maneja un borrador que obliga a devolver la práctica totalidad de los ayudas al sector naval español por el llamado tax lease.

«Habrá que devolver un 95 % del total de ayudas recibidas con bonificación fiscal», señalan fuentes del sector. Aunque el comisario no quiere cargar la devolución a los astilleros sino a los armadores y los financiadores -que son los bancos y grandes empresas como Inditex-, que han invertido parte de sus beneficios en operaciones para obtener mejor trato del fisco, el resultado sería el mismo: la defunción del sector naval.

Los empresarios cruzan los dedos para que Almunia no tome una decisión que los hundiría. Supondría la pérdida de 87.000 empleos y el final de una industria competitiva y tecnológicamente muy avanzada formada por 19 astilleros (ocho de ellos gallegos) y una extensa gama auxiliar que en Galicia generan más de tres mil puestos de trabajo directos.

Aunque no sean los astilleros los que tengan que devolver las ayudas, si la decisión va contra los armadores estos buscarán otros países donde contratar sus buques a menor coste y donde tengan una mayor seguridad.

Si, además, la resolución va contra los financiadores, se hará inviable que el sector disponga de crédito bancario para contratar y seguir construyendo. El Santander, uno de los grupos bancarios más solventes de Europa, se verá seriamente afectado por este revés. Lo mismo le ocurrirá a otras entidades que siempre han apostado por el sector naval, como Bankinter o incluso Novagalicia.

La decisión de devolución de ayudas desde el año 2005 crearía un clima de inseguridad y espantaría a todos los financiadores y armadores. Por ello, Ramón Sarmiento, responsable de industria de Comisiones Obreras, exige el mismo tratamiento que recibió Francia, que no tuvo que devolver las ayudas.

Desde el sector se considera que, si se cumplen los peores augurios, el comisario Almunia, bajo apariencia de neutralidad, estaría a favor de Holanda en la guerra comercial contra el naval español. Esta decisión supondría el principio del fin de la construcción naval en la UE porque la guerra entre Estados no ha hecho más que empezar. El sistema holandés está también en fase de investigación. Los únicos beneficiarios de esta escalada de denuncias son los astilleros asiáticos: China y Corea, dispuestos ya a entonar el canto de victoria.