Los sindicatos no alcanzan a ver los brotes verdes de la economía

a. e. santander / colpisa

ECONOMÍA

CC.OO. advierte de que hay «un riesgo altísimo de que en el cuarto trimestre del año se vuelva a destruir empleo de forma masiva»

22 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Tras una semana en la que el optimismo de los gobernantes sobre la situación económica ha ido in crescendo, los sindicatos dieron ayer el otro punto de vista. El lunes, el ministro de Hacienda habló de «punto de inflexión»; el martes, el de Economía apuntó que en el segundo trimestre la economía habrá dejado de caer; y el jueves, el gobernador del Banco de España afirmó que se volverá crecer en el tercer trimestre. Un guion planificado de apariciones no lo hubiera superado. Pero, ayer llegaron los sindicatos al seminario sobre Marca España y Competitividad organizado por la APIE en Santander y dieron otro punto de vista. «No hay ningún dato para deducir que hay un escenario de recuperación económica», afirmó Cándido Méndez, secretario general de UGT, mientras que Ignacio Fernández Toxo, su homólogo de CC.OO. alertó de que hay «un riesgo altísimo de que en el cuarto trimestre del año se vuelva a destruir empleo de forma masiva».

También el presidente de CEOE, Juan Rosell, fue cauto y se negó a hablar de brotes verdes, aunque elogió la «reestructuración brutal» que han hecho las empresas para poder ser competitivas: «Empezamos a poder ser algo optimistas, pero no para la semana que viene ni el mes que viene, sino a medio plazo». Y reclamó al Gobierno que siga con las reformas «con valentía».

Rosell defendió que España debe incrementar los ingresos fiscales en tres o cuatro puntos del PIB mediante el afloramiento de la economía sumergida y pidió bonificaciones fiscales para conseguirlo.

Puso como ejemplo a las empleadas de hogar, de las que poco más de la mitad están dadas de alta en la Seguridad Social, con bonificaciones fiscales a quienes les dan trabajo o permitiendo pagar una pequeña cuota a la Seguridad Social. Olvidó que ese fue el sistema que aprobó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, en el que los empleadores se deducían, y había reducción de cotizaciones, y el Gobierno de Mariano Rajoy lo modificó. Rosell instó a acabar con la picaresca de la sociedad española que, según él, va desde dar una «palmadita al niño que ha copiado en un examen» hasta recibir las medicinas de los abuelos.

El representante de los empresarios afirmó que «ni mucho menos hemos acabado la reforma laboral, ni la acabaremos nunca porque nunca se acaban las reformas, siempre hay que adaptarse».

Precisamente que el Ejecutivo profundice en la reforma laboral o en la del sistema de pensiones, en línea con el informe del comité de expertos, podría provocar una movilización general en otoño. Toxo advirtió de que es «el Gobierno quien tiene la palabra».