Ron dice que es la falta de pulso de la economía y no el crédito lo que dilata la crisis

natalia bore MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

El presidente del Popular defendió ante los accionistas la fortaleza de la entidad, con 3.100 millones de provisiones

11 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El presidente del Banco Popular, Ángel Ron, defendió ayer al sector de las críticas referidas a que la falta de crédito a las empresas y familias impide superar la recesión. «La dificultad para salir de la crisis no hay que buscarla en la situación de los bancos, sino en la falta de actividad económica», señaló en su discurso en la junta general de accionistas, en el que también criticó el «incesante» cambio normativo, que impide a las entidades tomar decisiones a medio y largo plazo.

«Los bancos necesitamos un entorno regulatorio estable, y las pymes, una perspectiva económica mejor», insistió más tarde ante los medios. «Muchas veces se habla de que las entidades tienen restringido el crédito a las empresas, pero pocas veces se dice cuál es la reflexión que hay que hacer ante un entorno económico desafiante».

Ron recordó que desde la junta extraordinaria celebrada el pasado noviembre con motivo de la ampliación de capital, todos los organismos internacionales han empeorado sus previsiones para España, y aunque dijo esperar que en los próximos trimestres se produzca una inflexión en la caída del PIB, «no sabemos cuándo va a pasar».

«Ahora lo que a la banca la tiene en guardia es la situación económica», abundó, añadiendo que «si, como esperamos, mejora, lo que veremos será una mejoría en los indicadores bancarios». Precisamente a la luz del nuevo y menos optimista escenario, se están «reexaminando» las proyecciones de beneficios del banco para este año, cifradas en 500 millones de euros, y en 1.400 para el próximo. En cualquier caso, el presidente matizó que tal reexamen «no quiere decir más que que estamos pendientes».

También en función de la evolución del entorno económico el Popular decidirá en el segundo semestre sobre el reparto de dividendos, una de las cuestiones que más preocupan a los accionistas, que ayer también mostraron su preocupación por el contrasplit -agrupación de títulos a razón de cinco acciones antiguas por una nueva- que será efectivo desde el 17 de junio.

Tanto el presidente como el consejero delegado destacaron la fortaleza de la entidad, que dispone de 3.100 millones de euros de provisiones genéricas y que absorberá este año el impacto de las refinanciaciones.

Respecto a la integración del Banco Pastor, Ron destacó que las «sinergias son mejores que las estimadas» en un primer momento: 95 millones de euros frente a los 73 previstos y en un menor plazo de tiempo.