Los abogados del exbanquero tachan de «inaceptable» la actitud del juez Elpidio José Silva al buscar una argucia legal para seguir al frente del caso pese a ser recusado por presunta enemistad manifiesta con el exfinanciero
06 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Uno de los motivos que han llevado al instructor a encarcelar ipso facto a Miguel Blesa es incomunicarlo respecto al resto de los imputados, a fin de evitar que pudieran pactar una versión común sobre los hechos que se investigan. Cabe recordar que el exbanquero tiene depositada una fianza de 2,5 millones en la causa donde se investiga un sospechoso crédito de 26,5 millones de euros al exconsejero y empresario Gerardo Díaz Ferrán.
Los abogados de Miguel Blesa, mientras, tachan de «inaceptable» la actitud del juez Elpidio José Silva al buscar una argucia legal para seguir al frente del caso pese a ser recusado por presunta enemistad manifiesta con el exfinanciero y falta de imparcialidad, incidente que está tramitando la Audiencia Provincial de Madrid, el mismo órgano al que la defensa recurrirá ahora para solicitar de nuevo la libertad provisional.
Silva se escuda en que dicha recusación afectaría solo a la investigación abierta sobre los créditos irregulares concedidos al exconsejero de Caja Madrid Gerardo Díaz Ferrán -el juez acordó semanas atrás dividir el procedimiento en dos piezas-, de manera que podría seguir encargándose de la compra del CNBF en Miami, mientras que la otra parte quedaría temporalmente en manos de otro juez. La defensa se plantea presentar una queja formal ante el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Un juez atípico
Elpidio José Silva Pacheco tiene fama de jurista atípico y puntilloso en sus resoluciones, poco amigo de dejarse guiar por influencias externas su carrera habría estado totalmente alejada de los focos hasta ahora.
De origen granadino y número uno en su promoción de la judicatura, lleva 23 años ejerciendo, habiendo pasado por juzgados de Ceuta, Cuenca y Las Palmas. Ha sido investigado en media docena de ocasiones por el CGPJ a raíz de supuestas infracciones disciplinarias: permisos por enfermedad, retrasos en la tramitación de causas... Todos los expedientes terminaron archivados salvo uno.