Coloca en unas horas, por 48,6 millones, el 5,2 % que aún mantenía
01 jun 2013 . Actualizado a las 00:40 h.La aventura de Sacyr, en la que se metieron como accionistas Caixa Galicia y Caixanova en los años de la alegría inmobiliaria, ha tocado a su fin. NCG, el banco resultado de la fusión de las cajas, anunció ayer la venta del 5,2 % que aún mantenía en ese gigante constructor, en horas bajas. Se desprendió de ese porcentaje de manera exprés, en apenas unas horas: anunció la operación de venta a primera hora de la tarde, y antes de las 20.00 ya comunicaba la colocación acelerada íntegra entre diversos inversores. La firma JB Capital Markets hizo de mediador en la operación.
NCG Banco se desprendió de ese porcentaje por 48,6 millones de euros. Y dice adiós a Sacyr con sustanciales pérdidas. Ya en el 2012 vendió otro 3,4 % que tenía por algo menos de 20 millones, y declaró posteriormente, en su informe anual, que esa operación le generó unas minusvalías de casi 51 millones de euros. Ese agujero se ampliará ahora porque la entidad ha vendido sus 23 millones de acciones a 2,11 euros cada una. Sacyr cotiza en mínimos, sobre todo si se advierte como estaban sus títulos entre el 2005 y el 2007, por encima de los 30 euros.
¿Por qué se intuyen más pérdidas con esta operación? En el informe enviado a Bruselas con el plan de reestructuración de la compañía -remitido en septiembre-, el banco fijaba en 188,2 millones de euros el valor en libros de toda su participación en Sacyr (entonces un 8,65 %). El 5,2 % colocado ayer tendría pues un valor de 113 millones, pero ha percibido finalmente 48,6 millones de euros.
La aventura de las cajas en Sacyr se inició hace una década, y la inversión en capital de la constructora se mantuvo hasta el 2010. Aquel año, ya con la fusión cerrada, la caja única desembolsó 35,9 millones para mantener el 8,95 % que tenía en la sociedad tras una ampliación de capital. NCG cuenta aún con dos miembros en el consejo de administración: el economista Luis Caramés (que sustituyó a José Luis Méndez) y el ejecutivo del banco Fernando Vázquez de la Puerta.
Obligado por Bruselas
Según el mismo plan de reestructuración, NCG está obligado a desprenderse de toda su cartera industrial -participación en empresas energéticas, constructoras, tecnológicas...- antes de acabar el 2016. Pero en el caso de las cotizadas (CLH, Itínere o Sacyr) esa marcha se tiene que adelantar al 2015, por lo que las ventas proseguirán.