Diálogo. Consenso. El ruego del sector eólico al Ministerio de Industria no es de ahora, cuando quedan semanas escasas para conocer el enésimo sablazo. Se remonta al momento en que el ministerio empezó a amenazar con la reforma definitiva del sector. Ocurrió esto en enero. Y en marzo, en una entrevista con La Voz de Galicia, el director de Políticas Energéticas de la Asociación Empresarial Eólica, Heikki Willstedt, se preguntaba: «¿Cómo se puede plantear en enero la reforma de todo un sector para el verano siguiente?». Y sin pactar con nadie.
El sector eólico maneja unas propuestas para colaborar con el Gobierno en aliviar el déficit tarifario que, de momento, no ha tenido oportunidad de presentar oficialmente al ministerio. Quizá Soria las pueda leer ahora. Las empresas generadoras de energía del viento están dispuestas a aportar su granito de arena y asumir los recortes de primas impuestos, pero siempre que fuesen temporales, es decir, que se anulasen en cuanto se recuperase la demanda de energía, previsto para el 2015. También proponen que se les compense alargando la vida de las primas eólicas más allá de los veinte años actuales.
El sector calcula que este año dejará de ingresar 600 millones por las reformas introducidas en el sector (incluido el impuesto a la generación del 7 %). También está viviendo cierres de fábricas y ERE en empresas.