Los ministros de Economía y Finanzas de la UE debatieron ayer sobre el futuro de la Directiva de Resolución Bancaria. La posición fue unánime en lo que se refiere a garantizar en caso de riesgo de quiebra los depósitos de menos de 100.000 euros. «Son intocables», aseguró el comisario de Mercado Interior, Michel Barnier.
La recapitalización de las entidades que atraviesen graves problemas de liquidez deberá ser asumida en el futuro por los depósitos expuestos a mayores riesgos. Todos los socios europeos reconocen la necesidad de armonizar los criterios de asunción de responsabilidades para evitar en un futuro la fragmentación del mercado interno. Y ahí se hallan las principales discrepancias. España defiende la posibilidad de que se garanticen todos los depósitos, incluidos los de más de 100.000 euros, en caso de que una entidad quiebre o deba ser reestructurada. Las posiciones intermedias son las de los socios que abogan por que en esos supuestos sean los accionistas los que asuman en primer lugar las responsabilidades, seguidos de los preferentistas y poseedores de deuda subordinada y finalmente los bonistas sénior. Los grandes ahorros solo se tocarían en caso de extrema necesidad.
Otro de los asuntos que se abordó ayer fue la nueva directiva contra el fraude y la evasión fiscal. Todos coincidieron en que es extremadamente urgente poner coto a estas prácticas menos los dos únicos países en el seno de la UE que mantienen el secreto bancario, Luxemburgo y Austria. Ambos se han vuelto a negar a dar luz verde a la directiva hasta que no se negocie son Suiza, Andorra, Mónaco, Liechtenstein y San Marino las mismas condiciones. Según los titulares de Economía de ambos Estados, no intercambiarán información sobre las cuentas de depositantes extranjeros con otros socios hasta que estos cinco paraísos fiscales se comprometan en las negociaciones a cumplir con las mismas reglas.