El sur de Europa clama contra el paro y la austeridad

Colpisa

ECONOMÍA

Grecia celebra el Primero de Mayo con una huelga general, mientras en Francia los sindicatos muestran su división y Portugal protesta contra la troika

01 may 2013 . Actualizado a las 22:25 h.

El sur de Europa celebró el Primero de Mayo con diversas movilizaciones contras las políticas de austeridad y en demanda de otras que estimulen la creación de empleo. Además de España, países como Grecia, Francia, Italia, y Portugal convirtieron el día del trabajador en un clamor contra la desigualdad y las elevadas tasas de paro que soportan. Todos superan la media europea (10,9 %), y en algunos de ellos se alcanzan cotas dramáticas.

Es el caso de Grecia, con un índice de paro que, al igual que España, rebasa el 27 %. Allí la protesta tomó forma de huelga general, algo que se ha convertido en triste rutina para un país asfixiado por los recortes impuestos por la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional). Dado que el Gobierno griego había trasladado la festividad del Primero de Mayo al próximo día 7 -por coincidir con la Pascua ortodoxa-, los sindicatos decidieron, como medida de protesta, convocar un paro total.

Sin embargo, el seguimiento no fue homogéneo. Portavoces sindicales manifestaron que fue «bueno» en la Administración Pública, el transporte marítimo -que quedó interrumpido entre las islas-, la industria o la banca, mientras que en el comercio apenas se dejó notar. Unas 13.000 personas, según la policía, se manifestaron en Atenas y Salónica. La capital fue escenario de dos protestas: una, organizada por el Partido Comunista, congregó a unos 5.000 trabajadores, según la Policía. Tampoco fue demasiado concurrida la manifestación convocada por el principal partido de la oposición, Syriza, y los sindicatos más representativos.

La fiesta del trabajador llegaba a Grecia días después de que el Parlamento del país aprobara -a instancias del Gobierno de Andonis Samaras y la troika- una nueva batería de recortes ligados a la obtención del siguiente tramo del rescate financiero. Una de esas medidas consiste en el despido de 15.000 empleados públicos hasta finales del 2014. También se contempla la posibilidad de reducir de forma drástica el salario de los nuevos contratados en el sector público. Si lo son por menos de cinco meses, podrían recibir un sueldo de 490 euros mensuales en el caso de los mayores de 25 años, y de 427 si son menores. El salario mínimo está fijado en 580 euros. «La inseguridad prevalece entre los jóvenes. No hay nada que anime a seguir estudiando», se quejaba en Atenas Yorgos Tavolularis, un estudiante griego de 21 años.

Portugal, otro de los países más castigados por la crisis, fue escenario de protestas fundamentalmente dirigidas a la troika. En Lisboa, miles de manifestantes portaban pancartas en las que se podía leer «¡Fuera troika!», «¡FMI go home!», o «La troika no me ayuda, me roba». «No quiero verme obligado a emigrar, como lo hicieron mis padres hace unos años, quiero luchar por un mejor futuro en mi país», explicaba un joven manifestante portugués.

En Francia, donde aumenta la impaciencia frente al aumento del desempleo un año después de la llegada al poder de un gobierno de izquierdas, las dos principales centrales sindicales, la CGT y la CFDT, que no están de acuerdo sobre la respuesta a dar a la crisis, marcharon de forma separada.«Hay un fuerte descontento que debe expresarse», dijo Thierry Lepaon, líder de la CGT. «Enviamos una carta abierta al gobierno para recordarle el desfase en un año entre los anuncios hechos (durante la campaña presidencial) y las medidas que se han tomado», añadió.Según el líder sindical, entre 120.000 y 150.000 personas manifestaron en Francia.Miles de militantes del Frente Nacional, el partido de ultra derecha liderado por Marine Le Pen, manifestaron en la capital pidiendo la renuncia del presidente francés François Hollande y gritando «Francia para los franceses». Francia «se hunde en una política de austeridad sin fin» porque el gobierno dice sí todo el tiempo a «Bruselas, a Berlín por supuesto, y en cualquier circunstancia a los magnates de la alta finanza», dijo Marine Le Pen en el acto de clausura de la manifestación celebrado frente a la Opera de París

En Italia, decenas de miles de personas protagonizaron diversas movilizaciones a lo largo y ancho del país para pedir al Gobierno que actúe contra el paro, la política de austeridad y la evasión fiscal. La mayoría de las marchas fueron pacíficas, aunque algunos manifestantes en Turín arrojaron huevos rellenos con pintura negra contra la policía. El presidente de la República, Giorgio Napolitano, alertó a los sindicatos sobre la «urgencia del trabajo» y les emplazó a que actúen «unidos a las empresas». El veterano político recordó que en Italia «son casi un millón las familias en las que ningún miembro en edad de trabajar tiene empleo», por lo que juzgó «indispensable el concurso de todas las fuerzas sociales y políticas».

El papa, también contra el paro

Los llamamientos a la aplicación de políticas que prioricen la solución al drama del paro llegaron también desde las más altas esferas eclesiásticas. Así, el papa Francisco solicitó -durante la audiencia general del Primero de Mayo- la creación de empleo «para dar esperanza a los trabajadores». En su reflexión sobre el trabajo, Bergoglio recordó que Jesús es conocido en el Evangelio como «el hijo del carpintero», que compartía con San José «el esfuerzo, el cansancio, los problemas de cada día, así como también la satisfacción».