Desde la patronal de grandes empresas de trabajo temporal, su portavoz apunta a la formación como una de las vías «necesarias» para impulsar el empleo juvenil y revertir la situación actual. «Formación para incrementar la empleabilidad del joven, y así multiplicar las posibilidades de adecuarse a un trabajo, y para que este tenga mayor valor añadido - explica Lorenzo Rivarés-. Y flexibilidad para que se facilite su acceso a varias empresas, enriqueciendo su experiencia laboral y posibilitando que, cuando una empresa tenga un puesto permanente, pueda repescar a aquel joven que desempeñó un contrato temporal».
El origen del problema
Frente a la posición de Asempleo, que alude a la falta de formación entre las causas del altísimo desempleo joven, desde CC.?OO., el economista Manuel Lago discrepa: «Esta es una crisis fundamentalmente masculina y juvenil, pero no por falta de formación de quienes buscan empleo, sino porque la destrucción de puestos de trabajo afectó a sectores netamente masculinos, como la construcción y la industria». Y añade: «Las empresas comenzaron a hacer el ajuste prescindiendo de los contratos temporales y más precarios, que eran los ocupados por los jóvenes. Fueron los últimos en incorporarse al mercado laboral y los primeros en salir de él». Pero concede Lago que, aunque en su opinión no es un problema de falta de formación, es necesario potenciarla.