«La industria que asiste a los infractores fiscales es gigantesca»

gabriel fraga LONDRES / E. LA VOZ

ECONOMÍA

El cerebro de la mayor investigación sobre paraísos «offshore» habla para La Voz

14 abr 2013 . Actualizado a las 06:00 h.

Tras quince meses de trabajo, el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, en inglés) ha puesto en jaque a la oscura industria de los paraísos fiscales. Los informes que vienen distribuyendo desde hace una semana desvelan por primera vez los mecanismos y nombres propios que operan en el impenetrable mundo de los enclaves «offshore». El tesorero de la campaña de François Hollande, el primer ministro de Georgia, la mujer del viceprimer ministro ruso, la baronesa Thyssen, la firma Deloitte o el Deutsche Bank figuran entre los miles de individuos y compañías involucrados en un vasto sistema para ocultar capitales fuera del alcance del fisco. Gerard Ryle, director de la agencia y cerebro del «Offshoreleaks», atiende a La Voz.

-La filtración proviene de un disco duro con millones de archivos que usted recibió de forma anónima. Parece demasiado fácil para ser cierto.

-Obviamente existe un contexto. Mi carrera como reportero de investigación comenzó hace años, cuando destapé un fraude en el que estaba involucrado el Gobierno australiano. Lo difícil no fue dar con la información, sino coordinar un proyecto en el que participamos más de 86 personas en 170 países.

-¿Qué les separa de Wikileaks?

-Nosotros somos una organización periodística y añadimos rigor periodístico a lo que hacemos. Fíjese en que no estamos publicando los nombres de todas las personas en los archivos, sino solo aquellos con notoriedad o interés público. Además, al contrario que Wikileaks, no hemos distribuido el bruto de la filtración. No se puede imaginar el capital intelectual que ha requerido analizar, filtrar y publicar la información. Lo que llegó a nuestras manos originalmente fue un revoltijo de datos.

-Primeros ministros, banqueros, traficantes de armas, coleccionistas de arte. ¿Ha recibido algún mensaje hostil?

-Los únicos mensajes proceden de gobiernos que nos piden que les entreguemos los datos, pero nos hemos negado. No somos el brazo político de nadie, debemos mantener nuestra neutralidad. Si fuimos capaces de dar con la información, ellos también pueden.

-¿Deberían hacer más los Gobiernos para evitar el fraude fiscal?

-El problema es que los paraísos fiscales están hechos a medida de sus clientes y las leyes allí son diferentes. Muchas de estas operaciones son legales. De hecho, algunos editores de prensa y televisión, al no observar ilegalidades, opinaron que el material no era relevante. Nuestro enfoque es diferente, y creemos que el hecho de que sea legal lo hace aún más noticioso.

-Entre sus archivos figuran bancos europeos como el Deutsche Bank, UBS, Crédit Agricole y auditoras como PwC y Deloitte.

-Cuando vi esos nombres los puse inmediatamente a un lado, porque sabía de su importancia. Automáticamente nos dimos cuenta de la magnitud de la historia. La industria que asiste a los infractores es gigantesca. Este ha sido uno de los principales descubrimientos.

-Parece que sus informes están teniendo efecto, al menos en Europa, donde presidentes como Hollande se han comprometido a abordar el problema.

-La filtración ha dominado portadas de todo el mundo. Es un gran logro para el periodismo y para el ICIJ. Ciertamente no hemos visto aún todo el pastel detrás de los paraísos fiscales, pero sí un buen pedazo.

-¿Hay algún país o área del mundo que le haya sorprendido?

-Hablamos de cientos miles de personas en más de 170 países, así que es pronto para sacar conclusiones de tipo geográfico. En Mongolia, por ejemplo, solo hay un nombre, pero se trata del vicepresidente del Parlamento. Rusia es uno de los países que más se repite en los documentos, aunque también hay muchos individuos de Inglaterra, Alemania y Francia. No todos son multimillonarios, hay muchas medianas fortunas.

-Aparte de la baronesa Thyssen, ¿qué otros nombres le llamaron la atención en España?

-Debido al volumen de los datos hemos dividido el trabajo por regiones y no conozco los resultados en España. Si no hemos revelado más españoles es porque no consideramos que fuesen de interés para el público. Nuestra prioridad eran políticos o agencias gubernamentales. Tener el dinero en un paraíso fiscal no lo convierte a uno en delincuente.

-Cierto, pero el hecho de que un tercio de la riqueza mundial se escape de nuestros sistemas fiscales es preocupante.

-Esa cifra es una estimación. Algunos dicen que es un 15 o un 20%. Sea cual sea la proporción, es una cantidad de dinero abismal. Aunque el dinero no está allí. Está en un banco en Londres, Nueva York o Madrid, pero en papel figura en otro lugar.

-¿Qué va a pasar ahora? ¿Cambiará algo?

-Nosotros ya hemos hecho nuestra parte, que es mostrar al público aquello que deben saber y no sabían. Ahora son los políticos los que deben de hacer la suya y proporcionar los medios para abordar el problema. Este mundo se basa en el secretismo, y hemos atravesado una muralla hasta ahora impenetrable, así que tendrá que haber consecuencias. Además, aún no hemos terminado. Todavía nos queda trabajo por hacer e información por