La eurozona capea el temporal de Chipre sin un capitán al mando

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / E. LA VOZ

ECONOMÍA

La ausencia de un liderazgo claro en el continente y la pugna entre países ponen a la moneda única contra las cuerdas

31 mar 2013 . Actualizado a las 08:00 h.

«El Gobierno chipriota desapareció de las conversaciones durante tres días. Fue intolerable. Se le dijo de todo. Nunca nos había pasado que un Estado miembro se negase a negociar», reconoce una alta fuente de la Comisión Europea días después de haberse aprobado el programa de rescate a Chipre.

La sensación de que no hay un capitán en la eurozona que dirija el barco a buen puerto y sea capaz de lograr aunar las posiciones de los 17 Estados miembros se hizo visible la pasada semana cuando el rescate de Chipre, por valor de 10.000 millones de euros, hizo temblar los débiles cimientos de la moneda única tras una serie de colosales despropósitos.

Para empezar, «se llegó a las negociaciones del Eurogrupo sin una posición acordada. El debate no estaba maduro», asegura una fuente del Ejecutivo de Bruselas. Son muchas las voces que critican por ello a su presidente, el holandés Jeroen Dijsselbloem, al que acusan de haber acordado inicialmente un programa de rescate sin lograr un consenso unánime y aceptando las posturas más duras defendidas por Alemania.

El Gobierno chipriota se atrincheró frente a sus socios del norte y la troika. Aunque la debilidad de la isla era evidente, el miedo a una fractura en la zona euro si no se llegaba a un acuerdo con los gobernantes de la isla, forzó a los socios a tomar decisiones rápidas y descabelladas a falta de un plan mejor.

El presidente del Eurogrupo, Dijsselbloem, en un movimiento incomprensible, y a propuesta del presidente chipriota Anastasiades, dio su visto bueno a la imposición de una tasa sobre los depósitos de menos de 100.000 euros, hasta ahora garantizados en la Unión. La rectificación fue rápida, pero las deficiencias y la desconfianza en la gobernanza del euro quedaron al descubierto: «Fue una gestión muy deficiente. Se hizo con cierta improvisación y generando incertidumbre. La posición más sensata la mantuvo la Comisión. Si el Eurogrupo hubiese seguido sus consejos todo habría ido mejor», asegura el socialista Antolín Sánchez Presedo, miembro de la Comisión de Economía del PE.

Decisiones mal tomadas, cruce de acusaciones entre los líderes nacionales, contradicciones en las declaraciones, improvisación y caras largas? La eurozona se convirtió en un patio de colegio. Finalmente, Chipre aceptó el rescate. La situación parecía estar controlada, pero la falta de experiencia le volvió a jugar una mala pasada a Jeroen Dijsselbloem. A principios de semana aseguraba que el ejemplo de Chipre podría aplicarse en otros países de la eurozona después de perjurar que el de la isla era «un caso excepcional». Los mercados se agitaron. Cayeron las bolsas y la prima de riesgo volvió a despuntar. Otra metedura de pata que intentó maquillar con un comunicado.

Según Zsolt Darvas, experto economista del Think Tank Bruegel, «pese a generar incertidumbre de nuevo, los medios se han fijado más en ese ruido que en el fondo» y asegura que el principal riesgo que corre ahora la eurozona es «que se extienda la desconfianza por el control de capitales que se ha impuesto en Chipre, ya que es una libertad fundamental que se ha restringido. Es un precedente muy peligroso que puede afectar a otros Estados».

Según fuentes de la Comisión, los riesgos han sido analizados y por eso han puesto en marcha la normativa sobre resolución bancaria. No obstante, reconocen que «estamos avanzando mucho en la unión bancaria pero no paralelamente a la urgencia que hay», y añaden que «la Unión debería reforzar su capacidad ejecutiva».

Sánchez Presedo apunta en la misma dirección y añade otro peligro: «El enfoque de la gobernanza económica está equivocado, solo profundiza más en la recesión. No puedes crear ganadores y perdedores a costa del miedo. Eso solo generará más emergencia social».

«El miedo a una fractura en la zona euro forzó una decisión descabellada»

«Acusaciones, malas decisiones. La eurozona se convirtió en un patio de colegio»

«En la UE no se pueden generar ganadores y perdedores a costa del miedo»