Chipre se amolda al corralito

Charlie Caralambous NICOSIA / AFP

ECONOMÍA

Bruselas insiste en que los grandes ahorradores deben participar en los rescates financieros

29 mar 2013 . Actualizado a las 13:08 h.

Los bancos de Chipre reabrieron ayer sin incidentes tras casi dos semanas de cierre, aunque los clientes solo pudieron retirar un máximo de 300 euros diarios en aplicación de las medidas de restricción al movimiento de dinero adoptadas por el Gobierno, inéditas hasta ahora en la zona euro. En Nicosia, decenas de personas, resignadas y con aspecto sombrío, hicieron cola frente a los bancos, que abrieron a mediodía bajo fuerte protección de las fuerzas de seguridad.

Finalmente, no hubo avalanchas ni incidentes violentos, pero algunos clientes confesaban su malestar y su impotencia: «Tengo cinco hijos, ¿qué puedo hacer con 300 euros? ¡Nada! ¿Qué puede hacer Chipre? ¡Nada!», afirmaba un hombre aguardando su turno bajo el sol primaveral frente a una sucursal del Banco de Chipre en Nicosia, la capital.

Además de limitar la retirada de fondos a un máximo de 300 euros por cliente y día, los pagos y transferencias al extranjero no podrán superar los 5.000 euros al mes, y los viajeros que abandonen la isla solo podrán llevar consigo 1.000 euros en efectivo.

Las restricciones bancarias podrían levantarse en un plazo de un mes, y no en una semana como estaba previso, afirmó ayer el ministro chipriota de Exteriores, Ioannis Kasulides.

«Se espera que las restricciones puedan ser levantadas en un mes si todo va como hoy», dijo Kasulides aludiendo a la tranquilidad que reinó en la isla en la reapertura de los bancos.

Los cheques solo podrán depositarse en cuentas corrientes, es decir que no podrán cobrarse en efectivo, lo que supone una contrariedad para muchos chipriotas, que hasta ahora acostumbraban a hacer lo contrario.

«Responsabilidad»

El presidente del país, Nicos Anastasiadis, agradeció a sus compatriotas su «madurez» y su «gran sentido de responsabilidad» ante la adversidad que obligó a Chipre a recurrir a un rescate para salvarse in extremis de la quiebra. El mandatario anunció que se había bajado el sueldo un 25 % y que había renunciado a su paga extra.

El Gobierno también anunció que ha nombrado una comisión integrada por tres exjueces de la Corte Suprema para investigar si en el origen de la hecatombe del sector bancario, vital para la economía de la isla, hubo actos delictivos.

Algunos analistas han advertido que el caso chipriota pueda servir de precedente en la eurozona. Pero en Washington, el Fondo Monetario Internacional (FMI) consideró «difícil» extrapolar a otros países europeos la solución adoptada para la crisis financiera en Chipre, que conjuga quiebras bancarias y contribuciones forzosas de grandes ahorradores. «El caso era muy complejo y, por naturaleza, único», dijo el portavoz del FMI, Gerry Rice, en una conferencia de prensa.

Comisión Europea

Sin embargo, el comisario de Mercado Interior de la UE, Michel Barnier, insistió ayer en un diario alemán que la Comisión Europea prepara una normativa para que los grandes inversores estén obligados a participar automáticamente en el saneamiento y liquidación de los bancos. Está previsto que esa norma se apruebe antes del verano, contemplando expresamente que los depósitos de hasta 100.000 euros estén asegurados por ley.

El Gobierno chipriota ha justificó las restricciones a la retirada de dinero por «la falta de liquidez sustancial y el importante riesgo de fugas de capitales».

La reestructuración del sector acordada con la troika de acreedores internacionales de Chipre -la UE, el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI- prevé la liquidación del Banco Laiki y la absorción de sus actividades por el Banco de Chipre, el mayor del país. Entre ambos suman 5.600 empleados, en un país que cuenta con 850.000 habitantes y una población activa de 429.000 personas.

El corralito, sin embargo, ha provocado que muchas empresas tengan serias dificultades paran funcionar normalmente, y que muchas corran riesgo de quiebra, según la Cámara de Comercio chipriota.