Superco presenta concurso con el banco malo como gran acreedor

Sofía Vázquez
Sofía Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La foto muestra el estado en el que ayer se encontraba la obra del centro comercial.
La foto muestra el estado en el que ayer se encontraba la obra del centro comercial. benito ordóñez< / span>

Seguirá negociando para intentar un pacto que posibilite la viabilidad de la promotora

28 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La crisis arrecia y las empresas la sufren. La situación empeora cuando el interlocutor es un acreedor que acaba de nacer y cuyas tomas de decisiones no son tan ágiles como para poder evitar caer en concurso voluntario. Ayer lo presentó Superco, sociedad promotora de centros comerciales, que tiene una deuda de 105 millones de euros. Su mayor acreedor es la Sareb, el banco malo recién constituido por el Gobierno, que concentra en el entorno de los 95 millones de euros; el resto responden a NCG (en torno a 5), Popular-Pastor (2) y Santander (3).

Desde la dirección de Superco se asegura que el objetivo al presentar el concurso voluntario es continuar y culminar el intenso proceso negociador con las distintas entidades financieras iniciado el pasado mes de noviembre. La compañía, que tiene entre sus accionistas al diseñador Javier Cañas, al grupo Tojeiro, Eurogalaica (José Souto y Miguel Ángel San Martín) y a los hermanos Sousa, explica que quiere llegar a un acuerdo con los acreedores que posibilite su viabilidad y continuidad.

La situación por la que atraviesa Superco arranca ya del 2010, cuando se encontró con graves problemas en un macrocentro comercial en Aranjuez (Madrid), con 175.000 metros cuadrados, cuya apertura estaba prevista para la primavera del 2009.

No se llevó a cabo por un litigio que enfrentaba al Ayuntamiento (PSOE) y a la Comunidad (PP) que no autorizaba su apertura por carecer de accesos y, también, porque Fadesa, la constructora que tenía que construir una gran glorieta, entró en suspensión de pagos y no llevó a cabo la obra. La falta de esta rotonda dio pie para que Carrefour, locomotora del centro comercial, se descolgara del proyecto, cuya inversión asciende a 140 millones de euros.

Fue precisamente en ese espacio de tiempo del 2010 cuando Superco se vio en la obligación de presentar un primer preconcurso de acreedores. A las pocas semanas logró aplazar el pago de su deuda hasta el 2014.

El golpe de la crisis

Sin embargo, con la continuidad de la crisis económica en general y la del sector de la distribución en particular, a la que se sumó el inmobiliario, hace que la empresa se vea en la obligación de volver a tener que renegociar su deuda.

Superco, como promotor, solo tiene en sus manos este gran proyecto y unos locales en alquiler que posee en Lalín.

El centro comercial Aranjuez Plaza se encuentra a 47 kilómetros de Madrid y a 35 de Toledo. Tiene un área de influencia, según habían calculado sus promotores, de 300.000 habitantes. Está construido en un 95 %.

La continuidad de la compañía y del proyecto dependen, principalmente, de que desde la sede de la Sareb en Madrid (donde hoy se concentran la mayoría de los centros de decisión de concesión de crédito) se entienda que hay posibilidades de llevar esta iniciativa gallega adelante.

Las tiendas no son de particulares

La dirección de Superco quiso disipar cualquier duda de los consumidores sobre las tiendas de los centros comerciales de PonteVella (Ourense), Cuatro Caminos (A Coruña), Camelias (Vigo) y Pontiñas (Lalín). Porque estos centros no son propiedad de Superco, sino de comerciantes y propietarios particulares que desarrollan en ellos su actividad y por lo tanto «en nada quedan afectados por la situación de Superco».

Las mismas fuentes explicaron que sí son gestionados por Superco Gestión, una filial que «no tienen ninguna dependencia financiera de la matriz».