La reforma pesquera se enquista en Europa con los descartes

c. porteiro / e. abuín BRUSELAS, REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La flota gallega se juega su futuro en una negociación que llegará a mayo

27 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La flota gallega deberá esperar un poco más de lo previsto para saber qué deciden el Parlamento Europeo, la Comisión y el Consejo en torno a la nueva política pesquera comunitaria (PPC). La prohibición de descartes, con un calendario y unas condiciones desfavorables para Galicia, está en juego.

Representantes de las tres instituciones comunitarias se reunieron ayer en Bruselas en el que fue el segundo trílogo de este mes. El objetivo es tener un acuerdo cerrado en mayo, pero según confirmó ayer una fuente presente en las negociaciones, «el proceso va muy lento, no se han acordado los puntos más importantes de la política común de pesca».

Los principales obstáculos que amenazan con alargar la aprobación de un nuevo marco normativo para el sector pesquero comunitario son «los descartes y las cuestiones relativas a si las poblaciones deben gestionarse al nivel o por encima del rendimiento máximo sostenible (RMS)», señaló esta misma fuente, que ve probable una dilatación de los plazos pactados y, con ello, que se dé al traste con las previsiones de la presidencia irlandesa, que quería dejar cerrada la reforma antes de junio.

Proposición en Galicia

Que las negociaciones a tres bandas entre la Eurocámara, el Consejo y la Comisión Europea sobre la reforma de la política común pesquera estén encasquilladas no es nada extraño si se tiene en cuenta que, en Galicia, los cuatro grupos con representación en el Parlamento de Galicia, en el fondo todos a favor de flexibilizar la prohibición de los descartes, se enredan en reproches políticos al tratar de ponerse de acuerdo para exigir a Europa que adopte la posición que resulte menos lesiva para la flota gallega.

A pesar de que la votación de la propuesta del portavoz de Pesca del PPdeG, José Manuel Balseiro, se pospuso hasta hoy, tanto PSdeG, como AGE y BNG presentaron enmiendas al texto de los populares, que sugieren hacer llegar un acuerdo unánime más favorable al acuerdo adoptado por los ministros de Pesca de los Veintisiete que al aprobado por los miembros de la Eurocámara.

Estabilidad relativa

BNG y PSdeG apostaron por incluir en el texto que se dirigirá a Europa el rotundo rechazo de Galicia al principio de estabilidad relativa, que niega a la flota gallega los cupos que necesita. Los socialistas abogaron también por reclamar las cuotas individuales transferibles entre Estados, de las que quedaría al margen la bajura. Una exclusión que el representante de AGE hizo extensiva a los descartes, al proponer que no contabilicen los de la flota artesanal.