Destaca las posibilidades que ofrece su país a las empresas gallegas como plataforma hacia el Pacífico
17 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Cuando hace tres años le propuso dirigir una embajada, el presidente chileno, Sebastián Piñera, le dijo que era una oferta abierta. Que podía elegir la que quisiera: París, Roma, Nueva York... Pero Sergio Romero Pizarro (Santiago, 1938), prefirió Madrid. «Digo mal, no elegí Madrid, elegí España», aclara. Abogado, senador durante dos décadas y presidente del Senado en dos períodos distintos, Romero se declara convencido de que las seculares y fraternas relaciones que unen a Chile con España no pasan solo por la capital. Por eso, desde su nombramiento como embajador se ha dedicado a recorrer el país de cabo a rabo. Esta semana participó en A Coruña en un seminario que pretendía mostrar las posibilidades comerciales y de inversión que ofrece su país.
-Su Gobierno quiere que España adelante a Estados Unidos y se convierta en el primer inversor en Chile, pero España no tiene ni para invertir en sí misma. ¿Es un objetivo realista?
-Chile tiene una relación entrañable con España. Y hablamos de una estrategia a largo plazo. Queremos que España sea el primer inversor en Chile, pero también que Chile sea el primer inversor en España, porque queremos devolver a España lo que nos dio desde los ochenta. Primero llegaron sus grandes empresas, y ahora queremos abrirnos a las pequeñas y medianas. La inversión española es muy diversificada, al contrario que la de Estados Unidos, muy centrada sobre todo en la minería. Y sobre la situación económica, creo firmemente que España va a salir reforzada de esta crisis. Tengo una visión objetiva y muy documentada, y le aseguro que España va a resurgir.
-¿Y qué impresión ha sacado de su visita a Galicia?
-Muy positiva, por cómo Galicia está enfrentando la crisis, por su solidez y por las políticas que está llevando a cabo. He tenido oportunidad de reunirme con el presidente Feijoo, y le he expresado mi deseo de que podamos potenciar nuestra relación con una misión económica que identifique empresas y sectores concretos de interés en Chile para las empresas gallegas.
-Su país lleva años creciendo sólidamente, incluso antes de que se empezara hablar de economías emergentes. Pero cuando se habla de estas se cita más a China, la India, Brasil... No a Chile.
-Es un problema de población, somos 16 millones de habitantes. Pero lo que demuestra esa concepción es que esa nueva clase emergente viene de la zona de Asia y el Pacífico. Y lo que nosotros le ofrecemos a España es una alianza como plataforma estratégica hacia Asia y el Pacífico. España siempre fue importante cuando miró hacia el Oeste.
-Con todo lo que ha pasado en Europa, ¿puede estarse inflando una suerte de burbuja en los países emergentes? ¿Existe ese miedo en Chile?
-Puede que haya cierto sobrecalentamiento, pero de ahí a una burbuja... Verá, el actual modelo económico chileno se inició en los años ochenta, y desde entonces el país ha ido amoldando y perfeccionando su entramado institucional. Hay una perfecta coherencia entre el modelo económico y la institucionalidad que lo rodea. Y eso es un factor esencial de estabilidad.
-El desempleo en su país ronda el 6 %, una tasa envidiable en Europa, pero Chile es uno de los países de la OCDE con más desigualdades. ¿Por qué?
-Hacemos un esfuerzo enorme para disminuir esa brecha. Naciones Unidas acaba de confirmar a Chile como el país de Iberoamérica con mayor índice de desarrollo humano.
-¿Sigue usted la crisis de Pescanova? ¿Cree que tendrá consecuencias en PescaChile, su filial en su país?
-Sí, claro que sigo ese asunto. Ayer mismo [por el jueves] hablé con Santiago para informarme, y la respuesta fue que hay una tranquilidad absoluta en el sector bancario sobre la situación de Pescanova en Chile. Por supuesto que nos preocupa que le vaya bien a cualquier empresa que se instale en Chile, pero no nos dejamos llevar por rumores.
sergio romero embajador de chile