Italia reabre la herida de la deuda

mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El resultado de las elecciones italianas pilló a los mercados con el pie cambiado.
El resultado de las elecciones italianas pilló a los mercados con el pie cambiado. Lisi Niesner < / span>reuters< / span>

El incierto futuro político del país devuelve la presión a los mercados

27 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Los italianos votaron y los dejaron a todos estupefactos. Los resultados de los comicios no han sido, ni de lejos, los que se esperaban en las mesas de operaciones. Hoy por hoy, Italia parece ingobernable. Nadie sabe lo que va a pasar. Y no hay nada que los mercados odien más que la incertidumbre. No hay más que ver su reacción de ayer. Una jornada que comenzó con las primas de riesgo sobresaltadas y que acabó con ellas algo más calmadas, aunque, ni mucho menos, relajadas. Más, incluso, sufrieron las bolsas, que terminaron el día con fuertes descalabros, empezando por la de Milán, a la que le hicieron un roto del 3,89 %.

En casa, el Ibex 35 se dejó un 3,2 % y dijo adiós a los 8.000 puntos, mientras que el diferencial entre el bono patrio a diez años y su homólogo alemán se encaramaba a primera hora a los 412 puntos, para acabar después en 392 puntos, 31 más que el lunes. Mientras, la prima de riesgo italiana trepada hasta los 345 puntos, 52 por encima del cierre anterior.

¿Qué temen los inversores?

Las elecciones en Italia han dejado un país muy difícil de gobernar y en el que, desde luego, no está garantizado que los ajustes sigan adelante. Eso reaviva el fantasma de unas finanzas públicas insostenibles. Ese miedo que alimenta la crisis de deuda que atraviesa la eurozona desde hace ya demasiado tiempo.

El centroizquierda de Pier Luigi Bersani ha vencido tanto en la Cámara de Diputados (el equivalente al Congreso) como en el Senado, pero la exigua mayoría obtenida en este último no le permite gobernar. Allí hacen falta las dos Cámaras para sacar cualquier iniciativa adelante.

Disgusta también, y mucho, en las mesas de operaciones que más de la mitad de los electores italianos hayan dejado constancia en las urnas de un frontal rechazo a la austeridad a machamartillo impuesta desde Bruselas, donde Berlín manda más que nunca.

«Somos conscientes de que estamos en una situación dramática y somos conscientes de los riesgos que Italia afronta», resumió ayer Bersani. Pero también advirtió: «Pedir que se reconsideren las políticas de austeridad de Bruselas es una cosa; y pedir la salida del euro, otra».

¿Por qué castigan los mercados también a España?

Los mercados vuelven a mirar a Roma con preocupación y desconfianza. Los italianos han dado la espalda a Monti, adalid de los ajustes impuestos desde Bruselas. Sin reformas no hay futuro, interpretan los inversores. Y en el edificio en el que habita la eurozona lo que le sucede a uno de los inquilinos acaba pasándole factura al resto de los vecinos. Sobre todo a los del sur. El efecto contagio, que le llaman.

¿Seguirá la presión de los mercados?

Los analistas están convencidos de que sí. Por lo menos hasta que se aclare cómo queda el mapa político italiano. Y eso, desde luego, llevará tiempo.

Muy a su pesar, Luis de Guindos admitió ayer el contagio, aunque expresó su confianza en que la afectación sea «de corto plazo». En su deseo de atenuar las consecuencias, se remitió a la «voluntad política» de los dirigentes dispuestos a seguir adelante con las reformas y a reforzar el euro, y evocó los acuerdos adoptados en las cumbres europeas. A su juicio, estas decisiones prevalecerán, porque son las que han de servir para sacar a Europa de la crisis. En cualquier caso, espera el responsable español de Economía que Italia «tenga un Gobierno estable» porque «lo que es bueno para Italia es bueno para España y viceversa».

Italia ha dicho no al tecnócrata preferido por Bruselas y a la austeridad impuesta por Berlín. ¿Qué dicen en Europa?

Pues lo que era de esperar. Erre que erre, con que la austeridad es el único camino posible. «Ahora corresponde a los líderes políticos alcanzar los compromisos necesarios para formar un Gobierno estable», dijo para empezar el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, quien mostró su confianza en que Italia seguirá siendo un socio estable de la zona euro. Y, acto seguido, instó al país mediterráneo a seguir adelante con las reformas «Necesitamos un Gobierno estable en uno de los miembros más importantes de la Unión Europea [...], uno de los pilares de la eurozona», abundó el presidente del Parlamento Europeo, el alemán Martin Schulz. «Lo que ocurre en Italia nos afecta a todos», agregó el socialdemócrata. También el ministro alemán de Exteriores reclamó un «Gobierno estable».