Abertis reclama 67 millones de euros por la expropiación de Sabsa

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ECONOMÍA

Evo Morales llega al aeropuerto de Cochabamba, nacionalizado por el gobierno andino.
Evo Morales llega al aeropuerto de Cochabamba, nacionalizado por el gobierno andino. Reuters

La Comisión Europea insta a Bolivia a indemnizar a la compañía española de manera «pronta y adecuada»

19 feb 2013 . Actualizado a las 23:02 h.

Abertis reclama 90 millones de dólares (unos 67,6 millones de euros) al Gobierno de Bolivia como «justa compensación» por la nacionalización de su filial Sabsa, que gestiona los tres principales aeropuertos del país andino. De forma paralela, la Comisión Europea (CE) ha instado al Ejecutivo de Evo Morales a indemnizar a la compañía española -y a Aena, copropietaria en un 10% de la gestora aeroportuaria- de manera «pronta y adecuada».

Un día después de que anunciara la expropiación de Sabsa, España -con la ayuda de sus socios europeos- ha comenzado a presionar a Evo Morales para que el proceso de nacionalización se lleve a cabo en el más breve tiempo posible y a cambio de una compensación justa. El consejero delegado de Abertis, Francisco Reynés, se ha puesto en contacto con la ministra de Fomento, Ana Pastor, para «coordinar mutuamente la defensa de sus intereses», teniendo en cuenta de que el 10% de Sabsa está controlado por una empresa pública como Aena.

El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, no atribuyó la expropiación al florecer de «un movimiento antiespañol» en el país andino, sino a un proceder habitual del Gobierno boliviano «cada vez que se tropieza con una dificultad interna». En el transcurso de un acto sobre la Marca España, el titular de Exteriores ha asegurado que el Ejecutivo del Partido Popular no discute «el derecho de un gobierno a expropiar una empresa, sobre todo en un sector que considera vital para su economía», pero sí «que lo pueda hacer sin ajustarse al procedimiento establecido y pagar la indemnización adecuada».

El Gobierno no teme una ola de expropiaciones de empresas españolas en Bolivia. Al menos eso piensa el embajador español en aquel país, Ángel Vázquez. En declaraciones a la cadena Cope, Vázquez ha manifestado que «no tengo por qué pensar que las empresas que aún permanecen aquí vayan a sufrir esa misma suerte. En cualquier caso, el Gobierno no lo desea y haremos todo lo posible por evitarlo».

Previamente Evo Morales había respondido a las palabras de García-Margallo, quien amenazaba con romper las relaciones bilaterales entre ambos países. El presidente del país andino manifestó que «si no es con el Gobierno español, tendremos relaciones con los movimientos sociales de España». Morales dijo entender «la reacción del Gobierno español, pero también el profundo sentimiento del pueblo español», cuyos movimientos sociales, aseguró, «están pidiendo la nacionalización de las empresas, que los servicios básicos no sean un negocio privado».