Hollande critica la dictadura alemana de la austeridad y pide más estímulos

mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La UE negocia la creación de un multimillonario fondo para combatir el paro juvenil

06 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Crecen las voces que claman contra la austeridad sin fin impuesta desde Berlín y que reclaman a Alemania que arrime el hombro para que Europa pueda por fin sortear la crisis. Esto es, que aquellos Gobiernos que pueden, empezando por el de Merkel, estimulen su demanda interna y tiren del carro. Lo defiende Rajoy. Y, ahora también Hollande. El galo, con más empeño incluso que el primero.

El presidente francés tuvo ayer en Estrasburgo duras palabras contra la intransigencia germana y su obsesión por la austeridad. Eso sí, se cuidó muy mucho de que los vocablos Alemania o Merkel salieran de su boca. En su discurso ante la Eurocámara, Hollande abogó por abrir la mano con el déficit, ampliando los plazos para alcanzar el sacrosanto 3 % y evitando así no hacer más hondo aún el pozo de la recesión en el que andan sumidos algunos países. Entre ellos España y puede que, muy pronto, también Francia. De ahí el ahínco del galo. «Está bien que ahorremos, pero no que debilitemos la economía», zanjó.

También advirtió en su discurso sobre la «vulnerabilidad del euro» y la achacó a que «hace mucho tiempo que Europa duda de ella misma» y «a sus huidas hacia delante unas veces, y su inmovilidad otras».

La comparecencia de Hollande era uno de los platos fuertes de las sesiones que preceden a la celebración del Consejo Europeo en la que los jefes de Estado y de Gobierno tratarán de sacar adelante, a partir de mañana, el Presupuesto europeo de los próximos siete años. En él, los Veintisiete analizarán la puesta en marcha de un fondo específico para combatir el paro juvenil. El presidente de la UE, Herman Van Rompuy, será el encargado de poner sobre la mesa un paquete de medidas de «varios miles de millones de euros» para estimular la creación de empleo dentro de este colectivo. «El dinero se dirigirá a los países más afectados», en referencia a Grecia, España y la mayoría de socios mediterráneos.

La idea cuenta con visos de prosperar. No en vano, tiene el plácet de Merkel.