El coche eléctrico se desenchufa en España con ventas mínimas

Juan Ares LA VOZ

ECONOMÍA

El elevado precio con respecto a los modelos de combustión supone un gran escollo, que se suma a la deficitaria infraestructura de recarga en espacios públicos

20 ene 2013 . Actualizado a las 15:17 h.

El coche eléctrico fracasa España. Tan solo 1.585 unidades, en un mercado de casi setecientos mil coches, es una cifra mucho más baja que la que anunciaba allá por el 2010 el ministro de Industria, Miguel Sebastián, que vaticinaba en este 2013 unas ventas de 70.000 híbridos y eléctricos.

De esas poco mas de mil quinientas unidades vendidas el pasado ejercicio hay que tener en cuenta que 932 lo son del modelo Twizzy de Renault, un pequeño biplaza de uso esencialmente recreativo y que se considera un cuadriciclo a efectos de matriculación. Otras 176 unidades son de la furgoneta eléctrica de la misma marca.

Eso deja las ventas reales de turismos eléctricos en España en unas exiguas 477 unidades, una cifra absolutamente marginal. Lo más preocupante es que la mayoría de estas matriculaciones se realizaron a empresas, así como a la propia Administración, y apenas unas docenas llegaron a manos de particulares.

Las razones del fracaso de los coches eléctricos son variadas. La primera y fundamental es que su precio está muy por encima del de los autos convencionales con motores de combustión. Incluso con las ayudas del Gobierno, que han llegado hasta los 6.000 euros, los eléctricos son muy caros. Puede servir de ejemplo el Nissan Leaf eléctrico, que fue el modelo más vendido en el 2012, con 154 unidades matriculadas. Su precio es de 35.950 euros, mide 4,44 metros de largo y tiene una potencia de 109 caballos.

Con la ayuda de la Administración -que se supone será renovada este año- su coste baja hasta los 29.959 euros, pero todavía es mucho más caro, por ejemplo que su hermano el Qashqai diésel, el cuarto coche más vendido en España el año pasado y que con la misma potencia y similar habitabilidad cuesta 21.950 euros.

La segunda razón para que los eléctricos no se vendan es la reducida autonomía de que disponen. Los rangos varían mucho, pero la máxima nunca sobrepasa los noventa kilómetros en utilización urbana. Eso los limita a un uso por ciudades o en desplazamientos cortos.

La tercera razón es que no se ha desarrollado suficientemente la red de electrolineras (los postes de recarga) en espacios públicos. Algunas ciudades han comenzado ya, pero de modo muy pausado, especialmente cuando se acabaron las primeras ayudas a la electrificación. Algunos párkings públicos y centros comerciales son los únicos que han acometido la instalación particular, que demanda tarjetas específicas para el pago.

Tampoco es fácil disponer de toma de recarga en los párkings comunitarios de la mayoría de edificios, lo cual limita el uso de estos coches a aquellos que los recarguen en las instalaciones de las propias empresas (caso de las furgonetas) o que tengan viviendas unifamiliares acondicionadas para ello en el caso de particulares.

En contra de estos inconvenientes, hay que señalar sus ineludibles ventajas. La fundamental es que no emiten gases a la atmósfera; son coches limpios, e incluso su contaminación acústica es inferior a la de un motor de combustión.

Otra ventaja del coche eléctrico es su mayor economía de consumo. Los fabricantes hablan de recargas completas de batería, en coches como el Peugeot Ion, por ejemplo, de dos euros para poder rodar entre sesenta y ochenta kilómetros, lo que en un diésel económico costaría tres veces más.

El futuro del coche eléctrico pasa por una rebaja en sus precios, que llegará una vez que se masifique su producción.

Urbanos

Pero siempre serán coches de uso limitado, para las ciudades o para aquellos que no tengan necesidades de desplazamientos largos. En la actualidad, se comercializan en España diez modelos, de turismos, además del Twizzy y la furgoneta Kangoo. Pero este mismo año llegarán un par de modelos más y en el 2015 habrá más de veinte diferentes a la venta.

El grupo automovilístico que ha apostado más decididamente por el coche eléctrico es Renault, que ensambla en Valladolid uno de estos modelos. En Galicia ya se están empezando a fabricar también las primeras unidades de furgonetas Citroën Berlingo y Peugeot Partner eléctricas y precisamente este ámbito de coches de reparto ligero puede ser el mejor escenario para el coche eléctrico.

Así pues el eléctrico no será la panacea en el futuro próximo de la automoción que tiene otras alternativas en híbridos y en coches de pila de combustible de hidrógeno.