Está bajo sospecha la salida a Bolsa de la firma, que acabó con la pérdida prácticamente total de lo invertido por los pequeños ahorradores
10 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El otrora prestigioso sector financiero español está en horas bajas y Bankia es la imagen de tal declive. El desfile de ex altos directivos de distintas entidades ha sido constante en la Audiencia Nacional durante el pasado diciembre, ya que en el caso Bankia -el más llamativo por el agujero de la entidad, ahora nacionalizada- están imputados nada menos que treinta y tres miembros de los antiguos consejos de administración del grupo BFA-Bankia, con su expresidente, Rodrigo Rato, a la cabeza.
El juez Fernando Andreu instruye el caso tras haber admitido a trámite las querellas presentadas por UPyD y el movimiento 15-M, con la adhesión de la Fiscalía Anticorrupción. A los 33 exconsejeros les imputa la comisión de un rosario de supuestos delitos: desde falsedad en las cuentas hasta administración desleal en la gestión de la entidad y en las remuneraciones, pasando por la manipulación para alterar el precio de las cosas.
Bajo sospecha está la salida a Bolsa de la firma, que acabó con la pérdida prácticamente total de lo invertido por los pequeños ahorradores tras hundirse su cotización.
El proceso judicial promete ser largo. Tras los interrogatorios de los imputados, ahora llega el turno de testigos y peritos, entre los que están el propio Banco de España o la auditora Deloitte, que debe aclarar -ya que los exdirectivos no lo hicieron y descargaron la responsabilidad en la consultora- por qué las cuentas del año 2011 pasaron en pocos días de unos beneficios de 300 millones a unas pérdidas de 3.000.