«Queremos ser los más solventes, eficientes y rentables de España»

Sofía Vázquez
Sofía vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

BENITO ORDOÑEZ

Reconoce que había quien quería comprar el Popular, pero se optó por la ampliación

16 dic 2012 . Actualizado a las 15:05 h.

Los test de estrés de Oliver Wyman, cuyas posibilidades de llegar a ser reales se sitúan en el 1 %, determinaron unas multimillonarias necesidades de capital para el Banco Popular. Su presidente, Ángel Ron (Santiago de Compostela, 1962), apostó por una ampliación, rechazando, por ejemplo, una fusión con otra entidad financiera. Había quien la quería, reconoce.

-¿Más tranquilo con los 2.500 millones de la ampliación en el banco?

-Más que más tranquilo creo que la ampliación ha sido un éxito. También para el país, porque es la primera vez que entran fondos del exterior en mucho tiempo. Los inversores institucionales internacionales han incrementado su peso en el Popular siete puntos, los accionistas de referencia han suscrito 520 millones y la red ha realizado un trabajo excelente. Nunca antes había vendido acciones del banco, y lo ha hecho con una convicción enorme. El tramo minorista ha tomado un 50 % de la ampliación.

-Hay accionistas que se quejan de que la rentabilidad que van a obtener es a muy largo plazo, si es que se logra.

-Sobre la evolución de los mercados no se puede anticipar nada. A medio plazo solo se puede aplicar el sentido común. Hemos visto 570 inversores en el mundo y si el valor no fuera atractivo no tendría una sobresuscripción del 83 %. Los inversores piensan que cotiza con un descuento elevado sobre el valor de libros y, si se cumple el plan de negocio, se obtienen los niveles de retorno y se normaliza la opinión sobre España, previendo que en algún momento vuelva a crecer, el recorrido de la acción no ofrece dudas.

-Plantea que España, «en algún momento, vuelva a crecer». ¿Es un país en quiebra?

-El país está haciendo ajustes ante desequilibrios generados en un momento de expansión. Lo debe hacer con determinación. A la prima de riesgo le influyen dos factores: el riesgo país y el riesgo a la ruptura del euro. Cuando a los mercados les quede claro que el euro es un proyecto absolutamente irreversible, veremos ajustes en la prima. No, España no está en quiebra.

-¿Cómo se ha hecho la reestructuración: bien, mal o regular?

-Lentamente. Ha habido catorce SIP, de los que solo tres van a sobrevivir sin ayudas públicas. Eso indica que no estaban bien diseñados.

-Hubo grandes equivocaciones.

-El proceso ha sido lento en su origen, por no haber detectado bien los problemas, y con una ejecución mejorable, pero una parte de los acontecimientos no eran anticipables. [Explica el origen de la crisis y cómo el fenómeno subprime provocó un colapso de liquidez en España]. Cuando algunas entidades comienzan a tener problemas de financiación, se pone de manifiesto que la estructura de gobierno de las cajas era un problema. Hoy quedan dos instituciones de ahorros, pero esto no es un triunfo de los bancos; ni mucho menos. Yo no hubiese deseado que las cajas hubieran desaparecido. Nunca. Han desarrollado una labor social importante. Se podían haber tomado medidas a tiempo. Su estructura jurídica las ha hecho desaparecer. No se previeron mecanismos alternativos que diesen seguridad a los inversores para el control de las entidades. Podíamos haber llegado a diseñar algún modelo, pero cuando la crisis toma velocidad es imposible poner de acuerdo todos los interesados en esos cambios regulatorios.

-Alguna gran entidad quería quedarse con el Popular.

-Nosotros apostamos por la integración en el 2011 [se hicieron con el Pastor]. Después, la regulación ha variado varias veces. Como consecuencia de una petición de ayuda al Eurogrupo, se somete al sistema a un test de estrés, con unas condiciones muy duras. Nos perjudican por nuestra exposición a pymes y a empresas, donde se concentra el 41 % de nuestro balance. El escenario de Oliver Wyman, con un 1 % de posibilidades de cumplirse, lo convertimos en un escenario central. No deja de ser dramático. La mejor alternativa era la ampliación de capital. En una operación corporativa, por alta que fuese la prima que se pagase, los accionistas del banco transferirían una cantidad enorme de dinero, no menos de 6.000 millones, a un hipotético comprador. A ese juego no jugamos, dijimos. Será cuestión de tener pulmón, músculo y aguantar.

-¿A quién le interesaba el Popular?

-Supongo que a varios.

-¿Entre los varios?

-A algunos. [No lo revela, pero entre esos algunos estaba La Caixa].

-Trascendió la bronca que usted tuvo con el Ministerio de Economía y con Oliver Wyman.

-¿Ah, sí? [ríe]. No, no recuerdo broncas. Somos disciplinados, pero no nos parecía lógico que nos penalizaran por dar créditos a las pymes, a la economía real. Reducían nuestros ingresos un 36 % por la exposición a las empresas, mientras que la media del sector era de un 4 %. La ampliación confirma que es el mercado el que confía en nuestro modelo de negocio.

-Están inaugurando oficinas fuera de España. ¿La internacionalización llegó tarde?

-Si analizamos la crisis, sobrevivirán muy pocas entidades cotizadas, con implantación en España y sin ayudas públicas. Ya no hay tantas. Este modelo es capaz de resistir tempestades que no tienen precedentes. El banco analizó un proceso de internacionalización en los años 70 y 80, y en aquella época decidió que España era el país emergente y se concentró aquí. De cara al futuro, lo que queremos es ser el banco más solvente, eficiente y rentable de España. Hoy somos el más eficiente de Europa. El crecimiento en España será orgánico. A medio plazo debemos tener una mayor presencia en el exterior. Tenemos una operación en Florida, que nos servirá de base para la expansión en Latinoamérica, donde creemos que nuestro modelo se puede replicar.