La aerolínea española, que en el 2009 carecía de deuda, pierde ahora 1,7 millones al día
16 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.En 1998, cuando sonaron las primeras campanas de boda entre Iberia y su pretendiente favorito, British Airwais, el sector aplaudió la idea porque esa unión daría lugar a un gran gigante aéreo capaz de competir en un sector en pleno cambio. Pero ahora, dos años después de haber consumado la unión, esta no parece ser tan productiva como se esperaba. Al menos para la compañía española que pierde, explican desde el grupo IAG, 1,7 millones de euros al día. Esa es la razón que da el grupo para aplicar un duro plan de reestructuración que implica 4.500 despidos, lo que supone uno de los mayores recortes de empleo que han llevado a cabo en España por detrás de Telefónica.
En noviembre del 2009, cuando los consejos de administración de las dos aerolíneas dieron a conocer los detalles de su futura unión -esta acabó formalizándose definitivamente en el 2010- Iberia carecía de deuda. Incluso tenía una liquidez de más de 2.400 millones de euros. Por el contrario, la ompañía británica tenía un desequilibrio en sus cuentas de 2.966 millones. Este era producto en parte del fondo de pensiones que tienen sus trabajadores.
Para la compañía británica Iberia era la novia perfecta. La terminal T4 de Madrid, donde el Gobierno invirtió 6.200 millones de euros, era quizá el pastel más condiciado de la compañía española. Sobre todo porque British Airways tiene limitada su capacidad de crecimiento en su principal aeropuerto de referencia, Heathrow. La T4 le ofrece crecer en América Latina, el principal mercado de Iberia en el extranjero, y África. Entrando en Madrid y tomando dicho mercado puede competir con las grandes compañías del sector.
Pero British parece querer también controlar el grupo IAG. Su estrategia pasaría, según denunciaron en su momento des de el Sepla, por tratar de convertir Iberia en una low cost. De ahí su lucha contra la puesta en marcha de Iberia Express.