Un exdirectivo de la caja le propuso a Castellano cobrar su indemnización y continuar luego en el banco

Natalia Bore MADRID

ECONOMÍA

BENITO ORDOÑEZ

El presidente de NCG Banco declaró como testigo en la Audiencia Nacional e insistió que no consideraba éticos, aunque fueran legales, los contratos blindados de los exdirectivos de la entidad

16 nov 2012 . Actualizado a las 21:53 h.

El presidente de NCG Banco, José María Castellano, ha declarado hoy ante el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, que de los cuatro exdirectivos imputados por el cobro presuntamente indebido de indemnizaciones millonarias tras su salida de la caja él solo le comunicó a José Luis Pego que prescindiría de sus servicios en el futuro banco.

Castellano explicó caso a caso cómo fueron las salidas de los exdirectivos, destacando el hecho de que quien fuera director del grupo inmobiliario, Gregorio Gorriarán, le planteó que quería cobrar su indemnización en la caja pero seguir luego en el banco como responsable del mismo área, «aunque fuera cobrando un euro al año», según explicaron fuentes jurídicas.

Respecto a Óscar Rodríguez Estrada declaró que le manifestó su intención de liquidar su contrato, pues tenía ya 65 años, mientras que Javier García de Paredes seguiría en el banco, ya que Castellano contaba con él para su nuevo equipo. Sin embargo, después tuvo un desencuentro con el consejero delegado tras el cual García de Paredes entendió que no tenía encaje en la nueva entidad.

El presidente del banco sostuvo ante el juez que siempre había considerado que las indemnizaciones y blindajes de los contratos de los exdirectivos no eran éticos, independientemente de que puedan ser legales. Explicó también que su propio contrato, que establece unas retribuciones brutas de 300.000 euros anuales, carece de blindaje, por lo que en caso de abandonar la entidad únicamente percibiría un año de sueldo.

Castellano reconoció que intentó llegar a un acuerdo con los exdirectivos para la renuncia de parte de las indemnizaciones, pero solo fructificó en el caso de García de Paredes, para renunciar a prácticamente la mitad del montante; con Pego no alcanzó el acuerdo y los otros dos directivos no aceptaron.