Hasta la fecha se han llevado a cabo tres ERE en la entidad, el último aún abierto y al que se han apuntado 180 empleados
03 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.La entrada de fondos públicos en NCG Banco para su recapitalización conllevará una nueva reestructuración de oficinas y empleo que asumen la dirección y los sindicatos. Pero cuyo impacto exacto está a expensas de que Bruselas dé el visto bueno definitivo al plan de futuro de la entidad, algo que se espera suceda a lo largo de este mes de noviembre. La plantilla de la entidad no llega hoy a las 6.000 personas, tras la salida de más de 2.000 empleados desde la fusión entre Caixa Galicia y Caixanova en diciembre del 2010. Hasta la fecha se han llevado a cabo tres ERE en la entidad, el último aún abierto y al que se han apuntado 180 empleados.
Con todo, ni los sindicatos conocen el impacto laboral que puede conllevar la reestructuración, ni la entidad da pistas porque todo está a expensas de lo que dictamine la UE. Y las centrales temen un ajuste severo. «Sabemos desde hace tiempo que hay una exigencia desde Bruselas para que se reduzcan plantilla y oficinas, pero no hay ninguna cifra sobre la mesa», apuntaban ayer desde UGT. «Hai unha total opacidade por parte da dirección», según la CIG. «Hay que esperar a que se conozca el plan de reestructuración, pero en las últimas semanas detectamos bastante nerviosismo en la plantilla ante la posibilidad de un mayor recorte», denunciaban desde Comisiones Obreras.
Lo cierto es que si atienden a los criterios que ha ido deslizando Bruselas -reducción de tamaño de la entidad y concentración de negocio en el noroeste-, el grueso del impacto laboral tendría lugar fuera de Galicia, aunque en la comunidad tampoco sería menor. En todo caso, dependerá de lo que suceda con Evo Banco (la marca con la que opera en 120 oficinas en España), el Banco Gallego o una posible venta de sucursales. Ello reduciría el impacto laboral. Pero no se resolverá hasta dentro de unos meses.
¿20 días por año?
Otra duda que planea sobre la plantilla es la de las indemnizaciones. Otra entidad nacionalizada, Banco de Valencia, acaba de plantear -por indicación de Bruselas, según la dirección de ese banco- el despido de empleados con 20 días por año trabajado, es decir, aplicando la reforma laboral del PP.
¿Puede trasladarse lo mismo al caso gallego? Los sindicatos dicen que el presidente de NCG, José María Castellano, les aseguró la semana pasada que no tenía intención de aplicar esa fórmula para reducir plantilla, y que se negociaría con los sindicatos. «Ahora bien, una cosa es lo que quiera, y otra, lo que le dice la troika», dicen las centrales.