El desempleo supera los momentos más duros del Gobierno de Felipe González (una tasa del 24,55 %) y de Zapatero (22,85 %)
26 oct 2012 . Actualizado a las 21:35 h.Ni con Felipe González en el año 1994 (24,55%). Ni con Zapatero en el peor momento de su segunda legislatura (22,85%). Tras prácticamente un año del gobierno de Mariano Rajoy el paro ha aumentado en 800.000 personasy ha llegado a su cifra más alta de los últimos 36 años: 5.778.100 personas.
Si el número de parados del tercer trimestre de 2011 parecía monstruoso (4.978.300 personas) y ayudó a echar del poder al gobierno de Zapatero coincidiendo con las elecciones generales, desde entonces el paro ha subido a su mayor ritmo desde el 2005. Ni en los peores momentos del comienzo de la crisis, en el año 2009, el paro había tenido una serie de cuatro aumentos consecutivos por encima del 1% en la tasa de paro. Del 22,5% de la población activa al 25,02% en un año, cuatro trimestres.
De los tres millones y medio de puestos de trabajo que dijo Gonzalez Pons en septiembre de 2011 que aspiraban a crear durante la legislatura, en pleno proceso electoral (sin «prometer lo que no se pueda cumplir») no parece haber rastro. Tampoco se ha producido la irrupción del millón de empresarios que ayudaría a crear empleos. Ni se les espera.
Rajoy también daba alas a la esperanza antes de las elecciones en una entrevista a La Voz que dejaba entrever un cierto optimismo: «Cuando llegamos al Gobierno en 1996, la tasa de paro era del 22 %. En año y medio ya se estaba creando empleo en España de forma sostenida. Eso ocurrió en el pasado, forma parte de nuestra historia, y no veo razón para que no vuelva a repetirse». En esta ocasión también llegaron al poder con la tasa en el 22%. Ya ha pasado un año, pero del 22% se ha pasado al 25%.
Una vez elegido el presidente se mostró más sensato, anunciando que no iba a haber milagros.
Poco después la OCDE pronosticaba lo que sonaba como amenaza entonces, añoranza ahora, de un 2012 con una tasa de paro del 23%. Con el 25% ya superado y un trimestre todavía por delante para acabar el año no parece haber dado frutos la reforma laboral del mes de febrero, que Rajoy calificó de «buena, justa y necesaria» para que España creciese y crease empleo. La segunda fallida por ahora desde el comienzo de la crisis.