La defensa de Jove califica la demanda de Martín de «maliciosa y surrealista»

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

ECONOMÍA

El proceso queda visto para sentencia y la administración concursal de Martinsa pide 108 millones de indemnización

14 sep 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

A los abogados de Manuel Jove y Antonio de la Morena no les cabe la menor duda de que, después de cuatro días de juicio en los que se escuchó a más de treinta testigos y peritos, la demanda que ha presentado la administración concursal de Martinsa-Fadesa por el valor de unos terrenos situados en Baja California (México) es «maliciosa, errática y surrealista».

Maliciosa, porque «su único objetivo es perjudicar el honor de los demandados»; errática, porque «no sabe ni lo que piden ya que los terrenos o valen mucho o no valen nada, según les convenga»; y surrealista, porque «pide imposibles, pues el precio de venta fue de 118 millones, se pagaron solo 20 pero exigen como daño 108 y quedarse con el terreno», manifestó el letrado de Manuel Jove.

Para los abogados de los demandados quedó demostrado que en el 2003 llegó a Fadesa la posibilidad de adquirir 3.000 hectáreas en México. Pero en aquel momento no le interesaba porque estaba inmersa en la operación de salida a bolsa. Pero sí a su presidente, Manuel Jove, que adquirió el suelo, que estaba declarado como rústico, por 2 millones de dólares, incorporándolo a su sociedad patrimonial. En dos años, consiguió que pasase a urbanizable y que las autoridades locales y estatales le diesen el uso y disfrute de cuatro kilómetros de playa, así como la garantía de dotar los terrenos de servicio de agua y energía. En el 2006, cuando Martinsa adquiere Fadesa, compra también esos terrenos a Jove por 118 millones. Se realizan seis tasaciones y todas ellas le otorgan un valor similar. De hecho, Martinsa declara a sus accionistas y a la CNMV que ese suelo tiene el valor que pagó por él.

Pese a todo, el letrado de la administración concursal insistió ayer en que «ha habido una maniobra dolosa diseñada y ejecutada por Manuel Jove y apoyada por Antonio de la Morena para obtener un beneficio personal aún a costa de perjudicar a la compañía».

Las conclusiones expuestas por los demandantes han intentado evidenciar que Manuel Jove «se aprovechó de la oportunidad de negocio ofrecida a Fadesamex, adquiriendo los terrenos controvertidos por 1,3 millones para venderlos a Fadesamex por 118 cuando su valor, en la mejor de las hipótesis era de 9,8 una vez que ya había comenzado la crisis».