-Habla de una parálisis en el sector. ¿Cuánto tiempo se ha perdido?
-Unos ocho años. En el 2003, cuando venció el plan estratégico eólico, Galicia era la sexta potencia eólica mundial, casi nada. Ahora hemos perdido el tren, no se instala prácticamente nada, es la cuarta comunidad española en potencia cuando estamos hablando del mejor viento, sin duda. Y eso provoca que mucha gente, joven y preparada para el sector, se vaya fuera. Hay cosas que se podrían arreglar de forma fácil, simplemente con que el presidente de la Xunta nos defendiera ante Madrid.