El Eurogrupo aprueba definitivamente la ayuda a la banca española

Efe

ECONOMÍA

A cambio de la ayuda, España tendrá que cumplir 32 condiciones y someterse a una estrecha vigilancia de los compromisos macroeconómicos

20 jul 2012 . Actualizado a las 17:57 h.

Los ministros de Finanzas de la zona euro han aprobado este viernes definitivamente, y sin modificaciones, la ayuda de hasta 100.000 millones de euros para que España pueda sanear la banca con problemas. El Eurogrupo ha dado su visto bueno final al memorando de entendimiento, en una conferencia telefónica que ha durado apenas dos horas, que fija los términos y las condiciones de la ayuda a España y que el Gobierno de Mariano Rajoy firmará en los próximos días.

Después de la aprobación esta mañana en el Parlamento finlandés de la ayuda a España, la vía estaba libre para la autorización definitiva del préstamo por parte de la zona euro. El visto bueno de los 16 socios de España en la zona del euro permite además autorizar antes de fin de mes el primer desembolso de la ayuda, que asciende a 30.000 millones de euros, si bien este se mantendrá en reserva en el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) para casos urgentes de recapitalización.

A cambio de la ayuda europea, España tendrá que cumplir 32 condiciones, principalmente para la banca que requiera capital y el sector en su conjunto, pero también tendrá que someterse «en paralelo» una vigilancia estrecha de los compromisos macroeconómicos. Una suerte de «troika» -formada por la Comisión, el BCE y, en este caso, la Autoridad Bancaria Europea (EBA)- verificará cada trimestre el cumplimiento de las condiciones para la banca.

La banca tendrá que llegar al 9 % de capital de máxima calidad y si las entidades resultan no ser viables se liquidarán. Si tienen todavía futuro tendrán que abandonar actividades secundarias y vender participaciones y activos, reducir el número de oficinas o recortar personal. La banca socorrida no podrá repartir dividendos y tendrá que limitar la remuneración de los ejecutivos y miembros de los consejos de administración, en tanto que los titulares de híbridos y de deuda subordinada -como son las preferentes- tendrán que asumir una parte de las pérdidas.