Clesa vuelve a manos gallegas tras firmar Acolact su compra

cristina barral*+ PONTEVEDRA / LA VOZ

ECONOMÍA

La operación se materializó ayer en Madrid, tras intensas negociaciones

20 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La planta de Clesa en el municipio pontevedrés de Caldas de Reis estrenó ayer nueva propiedad. La factoría láctea ubicada en la parroquia de Saiar vuelve a manos gallegas tras materializarse a mediodía la firma de la escritura de compraventa en una notaría de Madrid. Así lo confirmó La Voz de fuentes vinculadas a la operación, aunque la Consellería de Economía e Industria no lo corroboró hasta bien entrada la tarde.

La sociedad Agrupación Cooperativa Láctea S.L. (Acolact), que integran Feiraco y otras nueve cooperativas gallegas, se hace con el control de una fábrica especializada en la producción de yogures y postres, que es importante para el futuro de un sector ya muy castigado.

Tras el mutismo matinal, las primeras reacciones llegaron pasadas las seis de la tarde. El departamento de la Xunta anunció la compra a través de una nota. El conselleiro, Javier Guerra, señaló que tras muchos meses trabajando en una situación derivada del proceso concursal se puede dar «a magnífica nova» de que la compra de Clesa es una realidad «que garante o futuro dunha gran fonte de emprego en Galicia». Añadió que el compromiso del nuevo propietario es ir incorporando gradualmente la plantilla ?que ahora es de treinta trabajadores, pero que llegó a los 150? según el plan de negocio establecido.

Guerra, que fue informado por el administrador de Acolact, José Luis Antuña, destacó la labor llevada a cabo por Feiraco y recordó el compromiso de la Administración autonómica desde el principio con la continuidad de una «empresa estratéxica».

Por su parte, Antuña comentó a La Voz que asumen la planta desde el lunes por la mañana y que los inicios «van a ser lentos», ya que habrá que hacer mejoras e inversiones en innovación para añadir algunas líneas. «Es un paso importante en un momento crítico para el sector lácteo que las productores, a través de las cooperativas, avancen en la cadena de valor hasta el producto final», remachó el directivo.

La presidenta del comité de empresa de Clesa, Lola Ramos, tuvo palabras de agradecimientos para Acolact y la Xunta, pero incidió en que queda todavía mucho trabajo por delante. «La puerta de la esperanza está abierta después de un año muy duro y de mucha lucha ?subrayó?. Al final la coherencia reinó y la verdad es que me sentí arropada y respetada por el inversor y por la Xunta, que fueron muy claros desde el principio con nosotros». Ramos apuntó que hay que seguir luchando para que «el proyecto funcione y un grupo importante de compañeros pueda entrar».

El alcalde de Caldas, Juan Manuel Rey, también era ayer un hombre feliz: «Estamos muy agradecidos en el pueblo. Esto es la certificación de un trabajo personal y político bien realizado. Ya habrá días de valoraciones más amplias».