Finlandia ha pedido garantías adicionales a España por la aprobación de la ayuda europea de 100.000 millones de euros
10 jul 2012 . Actualizado a las 17:31 h.El plazo para la entrega del préstamo de hasta 100.000 millones de euros para recapitalizar la banca española será de 18 meses y solamente un país, Finlandia, ha pedido garantías, ha informado hoy el ministro de Economía, Luis de Guindos.
«Habrá 18 meses de desembolso», señaló De Guindos en una rueda de prensa en el marco del Consejo de ministros de Economía y Finanzas de la UE, donde recalcó que «solo un país» ha pedido «colaterales». «Es Finlandia y ya estamos trabajando con ellos, no tiene por qué cubrir el 100 % sino que puede ser menor», es decir, «una cantidad bastante reducida que se fijará en los próximos días», explicó el ministro.
El acuerdo que se firmará con Helsinki se hará de manera bilateral, indicó De Guindos, quien recordó que Finlandia contribuye con menos del 2 % -un 1,79% exactamente- al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEFE) y al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) y las «garantías no se prestan por la totalidad del préstamo sino por una cantidad reducida». «En los próximos días, para que Finlandia pueda aprobar el memorando de entendimiento en su Parlamento, tendrá todas las garantías para que pueda ser así», señaló.
El Eurogrupo ponía ayer a disposición de España un paquete de 30.000 millones de euros antes de que acaba el mes para hacer frente a las necesidades más urgentes de sus bancos. El primer paquete de ayuda del Eurogrupo se presentó como una «contigencia» para hacer frente a las situación más acuiciantes y, a priori, debería ir en gran parte a recapitalizar Bankia y el resto de entidades nacionalizadas.
El plazo medio del vencimiento del préstamo será de 12,5 años con un máximo de 15 años, recordó, De Guindos, dependiendo de la estructura de la ayuda. La inyección de la ayuda a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), se hará mediante bonos que los bancos podrán depositar ante el Banco Central Europeo (BCE).
Como condiciones a la banca se creará un «banco malo», una sociedad de gestión de activos inmobiliarios para aislar los activos tóxicos y también habrá limitaciones a las retribuciones de los directivos, señaló De Guindos.