NCG absorberá el Banco Gallego si no logra venderlo o fusionarlo con un tercero

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

«No hay intención de desprenderse de ninguna parte de la empresa», afirma el presidente de la entidad a los sindicatos

06 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Novagalicia Banco ha aplazado una o dos semanas más la solución sobre el futuro de su participación en el Banco Gallego, entidad sobre la que posee un control del 49,85 % y que arrojó unas pérdidas por valor de 24,5 millones de euros al cierre del ejercicio del 2011, según las cuentas aprobadas la pasada semana.

El presidente de NCG Banco, José María Castellano, no descarta la venta, pero consciente de las dificultades que entraña la operación, ya ha avanzado a los sindicatos que cabe la posibilidad de que el Banco Gallego acabe integrado en la estructura de NCG. Así lo han afirmado los representantes de los sindicatos, tras las explicaciones que el pasado martes recibieron por parte del propio Castellano. «El presidente nos ha confirmado que no hay intención de desprenderse de ninguna parte de la empresa, y del aplazamiento de la solución del Banco Gallego hasta mitad de mes», aseguraron los asistentes a la reunión en la que el presidente de la entidad expuso las tres opciones que NCG baraja en estos momentos. «No descarta la integración del Banco Gallego en NCG Banco, si no aparece un comprador por la totalidad o parte; o si no se consigue la fusión con una tercera empresa», explicaron las mismas fuentes.

En la misma reunión, ahora comunicada por los sindicatos, Castellano informó a los representantes de los trabajadores de que el Banco de España ha aceptado los planes presentados por NCG para recapitalizarse y sanearse y, siempre según los sindicatos, admitió que la inyección de ayudas procedentes del rescate bancario a la entidad provocará cambios en los proyectos.

Los efectos sobre la plantilla dependerán de la propia recapitalización y de las exigencias de la UE, indican las organizaciones sindicales, que apuntan que Castellano «es consciente de que Bruselas podrá imponer medidas duras», entre las que se plantean reducciones de salarios, despidos y cierre de oficinas. No obstante, el responsable de la entidad gallega defiende que Novagalicia tiene «mucho camino recorrido» en reestructuración.